David Delfín presenta en Cibeles unos diseños con toques retrofuturistas y superposiciones

Kina Fernández reinventa la lana para su nueva colección

Una de las propuestas de Kina Fernández. (Foto: )
'Dyogenes Syndrome', la anárquica colección presentada ayer por David Delfín para la próxima temporada, no defraudó en la tercera jornada de Cibeles Madrid Fashion Week, en la que también destacaron la 'coherente' propuesta de Ana Locking y el desigual repertorio de Juanjo Oliva.
Locking abrió la tanda de desfiles de la tarde para demostrar que es consecuente con su trayectoria en el diseño, con una colección marcada por la desestructura en los patrones y la mezcla de colores, en la que la diseñadora juega al contraste. Vestidos largos y cortos, prendas lisas y plisadas, ceñidas y con volumen, claras y oscuras; todos estoss elementos se mezclan en la línea del próximo otoño-invierno de Ana Locking, que va de lo sobrio a lo excesivo.

Juanjo Oliva presentó una colección desigual, en la que el tejido fetiche fue el tweed de lana en naranjas y tierras, con el que el madrileño confecciona estructuras muy armadas en chaquetas, faldas, abrigos y capas de gran volumen. La capa la utiliza el diseñador como prenda central para dar forma a abrigos y vestidos que esconden, en ocasiones, los brazos, y que Oliva combina con pitillos en tonos llamativos como el violeta y con faldas en tejidos rústicos.

Muy invernal llegó la ourensana Kina Fernández a la pasarela, con una línea de ropa inspirada en las frías ciudades del norte de Europa. Las propuestas nacieron de un laborioso trabajo con la lana, un material que usó a lo largo de 51 salidas con acabados tan distintos como la alpaca, el mohair o el cashmere. Cuando la empresa no pasa por su mejor momento económico, 'el capricho' de esta colección fueron las capas y los detalles ornamentales, entre ellos los botones, que con ironía se convirtieron en un accesorios más.


TERCIOPELO Y TWEED

Javier Larraínzar propone una colección muy urbana, 'chic y femenina', en la que se vieron combinados tejidos rudos, como el tweed, con otros sofisticados, como el terciopelo, en chaquetas, vestidos y abrigos en general muy cortos y con algún 'guiño' largo, así como unos vistosos y ácidos estampados.

Con un escenario decorado por el artista Christian Boltanski para recrear una gran montaña de ropa usada, en alusión al síndrome de Diógenes, David Delfín presentó una línea de ropa repleta de prendas superpuestas para reflejar 'la sobrecarga de pensamientos y emociones' del momento actual. Con un toque retrofuturista, el diseñador malagueño aligera la silueta con prendas ligeras llenas de detalles que sugieren superposiciones. Partiendo del blanco, el gris y el negro, Delfín crea vestidos, trajes y pantalones diurnos, mientras que para la noche reserva el azul eléctrico y el verde pradera, con un resultado de luminosos vestidos.

La jornada de la abrieron muy temprano los hermanos Ailanto, con una colección creada sobre un 'collage' de texturas y tonos.

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