El presidente de Canarias asegura que “nadie tendrá que abandonar la isla que ama por el volcán”
Tras una jornada de relativa tregua, las coladas del volcán de La Palma recuperaron el pulso y una de ellas amenaza con atravesar el centro del barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, y otra, a unos 100 metros del mar, con confinar a todo el municipio de Tazacorte. El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, indicó que el escenario “ideal” es que la colada que enfila al barrio de La Laguna, vecino del de Todoque, se redirija hacia el oeste cuando llegue a varias vaguadas que encontrará a su paso. También preocupan los rebozos de lava que se detectaron en otro ramal más al norte porque “están cogiendo más fuerza”.
Morcuende apuntó que en las próximas 24 horas se sabrá qué rumbos toman estas coladas, y en función de ello habrá “mayores o menos destrozos”. Por el momento no hay previstas más evacuaciones. Lo que sí se prevé es el confinamiento de todo el municipio de Tazacorte en el caso de que la colada que avanza hacia el mar comience a formar una nueva fajana, una medida que se mantendría hasta comprobar que no hay incidencia en la población por la posible emisión de gases tóxicos.
Tanto Morcuende como la directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, María José Blanco, recalcaron que no hay datos que permitan intuir que el proceso eruptivo esté llegando a su fin. “Estamos lejos”, recalcó Blanco, a pesar de que la tasa de emisión de dióxido de azufre medida ayer lunes fuera de 9.938 toneladas. “Son valores altos, aunque menores”, abundó Blanco, quien a pesar de que los técnicos del Instituto Volcanológico de Canarias que realizan estas mediciones constataron una reducción en los últimos días, señaló que tendría que bajar a entre 100 y 500 toneladas diarias para pensar en el final.
UN PARÓN TOTAL
En cuanto a la menor emisión de ceniza y explosividad del volcán en las últimas horas, Blanco recordó que el 27 de septiembre hubo “un parón total” del tremor y de los signos observables en superficie, “y no significó nada”. “Puede ser algo efímero y que luego retome la actividad anterior”, apuntó la directora del IGN en Canarias.
Sea como sea que evolucione la erupción, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, garantizó que “nadie tendrá que abandonar la isla que ama porque aparezca un volcán”, ya que, subrayó, La Palma sufrió distintas erupciones a lo largo de su historia “y ha caído y se ha vuelto a levantar”. En declaraciones a los medios antes de la apertura del curso académico en la Universidad de La Laguna “se han perdido muchas cosas”.
