Leonardo Boff ve en el arzobispo de Boston el papa que necesita la Iglesia

El arzobispo de Boston, Sean O'Malley, es el más adecuado y preparado para liderar la reconstrucción de la Iglesia católica como nuevo papa, aseguró hoy el exfraile franciscano y teólogo brasileño Leonardo Boff.
'Ese cardenal (O'Malley) tiene todas las características para liderar un nuevo tipo de Iglesia, la Iglesia del tercer milenio, una Iglesia que puede ser globalizada', afirmó Boff en una entrevista telefónica con Efe.

Boff considera que O'Malley, estadounidense de origen irlandés y miembro de la orden de los Frailes Hermanos Menores Capuchinos, se destaca por su sencillez, por su opción por los pobres, por su dedicación como misionero en América y por la forma como administró los graves problemas en la Archidiócesis de Boston, golpeada por los escándalos de abusos sexuales.

'Se trata da un franciscano que se formó en literatura española y portuguesa; habla las dos lenguas de la región en que vive la mayoría de los católicos y trabajó con los pobres', afirmó el exsacerdote brasileño, emblemático representante de la Teología de la Liberación.

Boff dijo que no teme en 'arriesgarse a profetizar' que O'Malley, de 68 años, será el nuevo papa y que podrá adoptar como nombre 'Francisco I'.

'Creo que el Espíritu Santo dio una señal de cómo tiene que ser el nuevo papa al colocar en el cónclave, en medio de tantos cardenales vestidos de príncipe e investidos de poder, a un franciscano de hábito y sandalias', afirmó.

Según Boff, que hace dos décadas se vio obligado a colgar los hábitos por sus discrepancias con el Vaticano, el arzobispo de Boston destaca por ser el único que, en el invierno de Roma, entró al cónclave con las sandalias típicas del religioso que hizo votos de pobreza y sin medias.

'Se trata de una persona muy vinculada a los pobres porque trabajó mucho tiempo en América Latina y el Caribe, siempre en medio de los pobres. Es una señal de que puede ser un papa diferente, un papa de una nueva tradición', afirmó el teólogo.

O'Malley, quien se destacó por rescatar la Archidiócesis de Boston de la crisis financiera y moral causada por los sacerdotes pederastas, recibió en 2010 el encargo de Benedicto XVI de hacer también una limpieza en Irlanda, donde inició la reconstrucción de una Iglesia devastada por los mismos problemas de abusos sexuales.

'En una crisis como la actual de la Iglesia, se trata de una figura importante para recuperar la credibilidad perdida', afirmó Boff, quien por sus discrepancias con el Vaticano fue convocado varias veces para explicar el contenido de sus libros, sancionado con un año de silencio 'obsequioso', prohibido de dar clases y obligado a abandonar un cargo como editor de una revista.

'Creo que por O'Malley es el camino de la Iglesia y que finalmente podremos tener un papa franciscano. (San) Francisco se propuso reconstruir la Iglesia y esa misma necesidad surge ahora', afirmó.

Boff manifestó su preferencia por O'Malley después de que, en una columna publicada en su blog en internet, afirmara que, en medio de escándalos que salpican al Vaticano por corrupción, pederastia y lavado de dinero, el propio Jesús habría sido impedido de entrar hoy en el cónclave si apareciese con vestimentas simples y pregonando la sencillez y el amor.

'El mensaje que surge en el cónclave es que es necesario reconstruir la Iglesia, una Iglesia que en las actuales circunstancias no tiene sentido evangélico y rema contra la historia', aseguró el exfranciscano.

Según Boff, Benedicto XVI renunció por considerar que no tenía la fuerza para reconstruir a la Iglesia en medio de la crisis que atraviesa, en tanto que O'Malley tiene la simplicidad y el buen sentido que exigen las reformas.

'La crisis se resolverá sola si el futuro papa da un ejemplo de desprendimiento, de sencillez y de reconocimiento de los pecados de la Iglesia', aseguró el teólogo, quien destacó a O'Malley como uno de los obispos que más combatió a los religiosos acusados de pederastia en EE.UU. por considerar que no se trataba de un pecado sino un crimen que tenía que ser juzgado.

'En mi opinión, él va a llamar la atención de los demás cardenales durante las discusiones en el cónclave. Si los cardenales tienen ojos para ver con la fe podrán verlo, pero si se ponen los anteojos del poder lo van a ignorar', afirmó.

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