Una mujer griega de 82 años acoge a algunos refugiados en su casa a los que ayuda proporcionando comida y ropa
La crisis de los refugiados está dejando ver lo peor de la sociedad en muchos puntos de Europa, pero también está dejando ver historias maravillosas. Panagiota Vasileiadou, una mujer griega de 82 años, está recibiendo a refugiados en la pequeña casa en la que vive en Idomeni.
Esta mujer, que perdió a su familia en la Segunda Guerra Mundial y también tuvo que ver arder su casa, está ayudando con el dinero de su pensión a algunos de los refugiados. Ella les proporciona comida, ropa y les permite darse una ducha.
Para Panagiota, los refugiados "ahora son su familia" y explica "yo hablo, nos reímos, pero no estoy segura de nos entendamos". Además, asegura: "ahora tengo compañía en casa". Ellos, en cambio, le llaman "Mamá".
Una historia de solidaridad que contrasta con las imágenes vista de agresiones a refugiados o cuando fueron reprimidos por la policía macedonia con gases lacrimógenos.
