Más del 30 por ciento de todos los suicidios del mundo -un millón a nivel global al año, según los cálculos más prudentes ocurren en China, país en el que un 3,6 por ciento de las muertes son por propia voluntad.
Así lo indica un estudio en torno a los factores de riesgo en los suicidios que publican en la revista The Lancet los profesores Keith Hawton, de la Universidad de Oxford, y Kees van Heeringen, del Hospital Universitario de Gante (Bélgica).
Los índices de suicidio alcanzan sus cotas más altas entre las personas ancianas en la mayoría de los países, aunque en los cincuenta últimos años han aumentado también entre los jóvenes, en especial los varones.
Las personas nacidas en la primavera o comienzos del verano, sobre todo las mujeres, corren mayor riesgo de suicidio, indica el estudio, según el cual es también en primavera cuando mayor es el porcentaje de hombres que se quitan la vida.
Los norteamericanos de origen anglosajón son más proclives al suicidio que los hispanos o afroamericanos, aunque entre los jóvenes negros están aumentando esos casos.
Las poblaciones indígenas por ejemplo, los aborígenes australianos o los indios en América del Nortetienen también índices más elevados de suicidio, lo que puede deberse a la marginación social y cultural o a un mayor abuso del alcohol.
Se quitan la vida más personas sin trabajo que las que tienen un empleo, y existe también una cierta relación entre los suicidios y las enfermedades mentales, que a su vez influyen en el desempleo.
Por lo que se refiere a grupos profesionales, el personal sanitario tiene un alto riesgo de suicidio en la mayoría de los países, y de modo especial las médicas aunque también los enfermeros de ambos sexos.
En todos esos grupos profesionales, el mayor riesgo puede tener que ver con la facilidad del acceso a los venenos.
Entre los doctores, el riesgo mayor se da entre los anestesistas, que utilizan en muchos casos su material de trabajo para quitarse la vida.
También otros profesionales como los dentistas, los farmacéuticos, los cirujanos veterinarios y los granjeros, tienen fácil acceso a medios con los que suicidarse.
Por lo general, los varones eligen métodos de suicidio más violentos el ahorcamiento o el disparo de un arma e fuegomientras que las mujeres tienden más a utilizar venenos.
Distintas poblaciones recurren a métodos de suicidio diferentes: así, por ejemplo, las mujeres del sureste de Asia suelen prenderse fuego.
En Estados Unidos, las armas de fuego son el instrumento más utilizado mientras que en las zonas rurales de muchos países en desarrollo, el método principal para quitarse la vida es la ingestión de pesticidas.
Aproximadamente un 30 por ciento de los suicidios que se producen en el mundo son por ingestión de pesticidas.
Los problemas de salud mental son también un importante factor de riesgo: aproximadamente un 90 por ciento de quienes se quitan la vida sufren seguramente algún trastorno psiquiátrico.
La depresión multiplica por quince o veinte el riesgo de suicidio y aproximadamente un 4 por ciento de las personas que sufren depresiones se quitan la vida.
Entre un 10 y un 15 por ciento de los individuos que padecen trastornos bipolares terminan suicidándose, siendo el riesgo especialmente agudo en la primera fase de la enfermedad.
Aunque parezca sorprendente y se ignoren las causas, las personas con un índice de masa corporal mayor tienen un menor riesgo de suicidio pese a ser más proclives a la depresión.
Otros factores que pueden elevar el riesgo de suicidio son los abusos físicos o sexuales sufridos durante la niñez, los desastres naturales y las muertes de famosos.
Así, después de la muerte en 1977 de la princesa Diana de Gales, los índices de suicidio aumentaron un 17 por ciento, siendo el incremento más pronunciado dentro de su grupo de edad.
Las guerras disminuyen el riesgo de suicidio mientras que las personas que han perdido a algún ser querido por culpa de un suicidio están más expuestas a ese riesgo, señala también el estudio.
Los índices de suicidio alcanzan sus cotas más altas entre las personas ancianas en la mayoría de los países, aunque en los cincuenta últimos años han aumentado también entre los jóvenes, en especial los varones.
Las personas nacidas en la primavera o comienzos del verano, sobre todo las mujeres, corren mayor riesgo de suicidio, indica el estudio, según el cual es también en primavera cuando mayor es el porcentaje de hombres que se quitan la vida.
Los norteamericanos de origen anglosajón son más proclives al suicidio que los hispanos o afroamericanos, aunque entre los jóvenes negros están aumentando esos casos.
Las poblaciones indígenas por ejemplo, los aborígenes australianos o los indios en América del Nortetienen también índices más elevados de suicidio, lo que puede deberse a la marginación social y cultural o a un mayor abuso del alcohol.
Se quitan la vida más personas sin trabajo que las que tienen un empleo, y existe también una cierta relación entre los suicidios y las enfermedades mentales, que a su vez influyen en el desempleo.
Por lo que se refiere a grupos profesionales, el personal sanitario tiene un alto riesgo de suicidio en la mayoría de los países, y de modo especial las médicas aunque también los enfermeros de ambos sexos.
En todos esos grupos profesionales, el mayor riesgo puede tener que ver con la facilidad del acceso a los venenos.
Entre los doctores, el riesgo mayor se da entre los anestesistas, que utilizan en muchos casos su material de trabajo para quitarse la vida.
También otros profesionales como los dentistas, los farmacéuticos, los cirujanos veterinarios y los granjeros, tienen fácil acceso a medios con los que suicidarse.
Por lo general, los varones eligen métodos de suicidio más violentos el ahorcamiento o el disparo de un arma e fuegomientras que las mujeres tienden más a utilizar venenos.
Distintas poblaciones recurren a métodos de suicidio diferentes: así, por ejemplo, las mujeres del sureste de Asia suelen prenderse fuego.
En Estados Unidos, las armas de fuego son el instrumento más utilizado mientras que en las zonas rurales de muchos países en desarrollo, el método principal para quitarse la vida es la ingestión de pesticidas.
Aproximadamente un 30 por ciento de los suicidios que se producen en el mundo son por ingestión de pesticidas.
Los problemas de salud mental son también un importante factor de riesgo: aproximadamente un 90 por ciento de quienes se quitan la vida sufren seguramente algún trastorno psiquiátrico.
La depresión multiplica por quince o veinte el riesgo de suicidio y aproximadamente un 4 por ciento de las personas que sufren depresiones se quitan la vida.
Entre un 10 y un 15 por ciento de los individuos que padecen trastornos bipolares terminan suicidándose, siendo el riesgo especialmente agudo en la primera fase de la enfermedad.
Aunque parezca sorprendente y se ignoren las causas, las personas con un índice de masa corporal mayor tienen un menor riesgo de suicidio pese a ser más proclives a la depresión.
Otros factores que pueden elevar el riesgo de suicidio son los abusos físicos o sexuales sufridos durante la niñez, los desastres naturales y las muertes de famosos.
Así, después de la muerte en 1977 de la princesa Diana de Gales, los índices de suicidio aumentaron un 17 por ciento, siendo el incremento más pronunciado dentro de su grupo de edad.
Las guerras disminuyen el riesgo de suicidio mientras que las personas que han perdido a algún ser querido por culpa de un suicidio están más expuestas a ese riesgo, señala también el estudio.
