El acto de entrega en San Domingos de Bonaval, una reivindicación del 'galleguismo más universal'

La Medalla Castelao distingue los 95 años de Coral de Ruada

Ignacio Rivera, Eladio Quevedo, Ursula Heinze, Núñez Feijóo, Alfonso Rueda, Hilda Rodríguez, Carlos Núñez y Patrick Moloney, en la ceremonia. (Foto: XOAN REY)
La ourensana Coral de Ruada, la empresa Hijos de Rivera, el gaitero vigués Carlos Núñez y la banda irlandesa The Chieftains, la escritora Ursula Heinze, y la atleta paralímpica Hilda Rodríguez recibieron ayer en una emotiva ceremonia celebrada en la Iglesia de San Domingos de Bonaval las Medallas Castelao, acto que se convirtió además en una apelación al'galleguismo más universal'.
Galleguismo y ourensanismo se dieron además la mano durante la entrega de las Medallas, un ourensanismo que se encargó de destacar Eladio Quevedo, presidente de la Coral de Ruada, que en agradecimiento por la concesión del galardón a la agrupación proclamó su 'orgullo' por pertenecer a este grupo, tuvo un recuerdo muy especial a sus antecesores en el cargo, los fundadores de la Coral y todos aquellos que 'dedicaron sus vidas' a que vaya 'camino de cumplir los 95 años'. La agrupación, de la que ayer se recordó su relación con Castelao, fue galardonada por contribuir 'a la puesta en valor del esplendor artístico y de la cultura popular ourensana y gallega'.


DOMICILIO COSMOPOLITA

Como gallegos con 'domicilio cosmopolita' definió durante el acto el presidente de la Xunta a los fundadores de Hijos de Rivera, 'adelantados' en la internacionalización de la economía y cuyo consejero delegado, Ignacio Rivera, dio las gracias por la distinción en nombre de su familia y de todos los que forman parte del proyecto. 'Galicia es nuestro origen y el 50%de la marca Estrella Galicia, que forma parte del patrimonio de los gallegos'.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, habló de los galardonados como ejemplo de la construcción de una 'nueva galleguidad en la que conviven gallegos de nacimiento, gallegos de devoción y gallegos de espíritu'.

De ese espíritu habló una de las premiadas, la escritora Ursula Heinze, que confesó le 'molesta enormemente' que pese a vivir y trabajar 40 años en la comunidad, haya quien le diga: '¡Qué bien hablas gallego!'. 'Habría que contestar, ¿y tú por qué no lo hablas?', señaló antes de leer un poema.

Mientras contenía las lágrimas, la paralímpica Hilda Rodríguez dedicó por su parte la distinción a sus padres, que se 'privaron de muchas cosas para que pudiera tener lo mejor del mundo'.



TRADICIÓN CELTA

El vigués Carlos Núñez consideró por su parte 'un honor' recibir esta mención y habló sobre la tradición celta y los vínculos entre gallegos e irlandeses. 'Hace pocos días, el vicepresidente de Estados Unidos confesó que quería ser miembro de The Chieftains y The Chieftains dicen que quieren ser gallegos', bromeó. Ante numerosas autoridades y miembros destacados de la sociedad civil gallega, el presidente de la Xunta citó a Carlos Núñez, para llamar a hacer 'del mundo' la 'casa' de los gallegos, consciente de que en este reto de universalidad 'se encierra el futuro del país'.

Habló también el líder de la banda irlandesa, Patrick Moloney, al que se encargó de traducir Carlos Núñez. 'En irlandés y en inglés', dijo el gaiteiro vigués, Moloney haproclamó que 'la música tradicional es un tesoro'.

Uno de los momentos más emotivos tuvo lugar cuando Carlos Núñez y Moloney tocaron una pieza que produjo el entusiasmo del público, que acompañó la música con sus aplausos al cierre de la ceremonia. El Himno de Galicia, con el que concluyó el acto, corrió a cargo de la Coral de Ruada.

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