Nacen los dos primeros linces ibéricos concebidos en cautiverio en Portugal

Los dos primeros linces ibéricos concebidos en cautiverio en Portugal nacieron el pasado domingo en el Centro de Reproducción del Lince Ibérico de Silves (CRLI), según confirmaron fuentes de esta institución.
Las dos crías nacieron de parto natural y son las primeras de Azahar, una hembra de cinco años que fue la primera en trasladada desde España al centro de Silves en octubre de 2009, y de Drago, otro de los 16 linces transportados al CRLI, creado para preservar esta especie en peligro de extinción.

Este anuncio coincide con el nacimiento de otros cuatro linces ibéricos en tres centros de reproducción de España en la actual temporada de cría.

La ministra de Medio Ambiente de Portugal, Dulce Pássaro, destacó en declaraciones a la agencia Lusa que la 'noticia de los dos primeros nacidos en cautiverio es una buena noticia, y más teniendo en cuenta que este año se celebra el Año Internacional de la Biodiversidad'.

Pássaro agregó que 'si todo va bien', espera que 'estos y otros animales sean liberados y repueblen la naturaleza' de Portugal donde estos felinos no son avistados en libertad desde la década de 1980.

En el Centro de Reproducción del Lince Ibérico de Silves -que contó con una inversión de 3,6 millones de euros- viven 16 linces ibéricos que llegaron gradualmente de España durante 2009.

El CRLI, situado en la región del Algarve, en el sur del país, es uno de los principales instrumentos del plan de conservación de la especie realizado en colaboración con España, como parte del acuerdo bilateral firmado en 2007.

La finalidad de este programa con respaldo europeo es lograr el establecimiento de una población de felinos viable desde el punto de vista ecológico, genético y socio-geográfico en la Península Ibérica.

Asimismo, persigue la reintroducción de los felinos en las áreas de distribución histórica de la especie, para lo que el Instituto de Conservación de la Naturaleza portugués pretende recuperar el ecosistema de su hábitat natural y garantizar su sostenibilidad.

Para ello se prevé la implantación en el entorno de Silves, entre otras condiciones medioambientales, de una población estable de conejos silvestres, el principal alimento del lince, cuyas poblaciones se han visto diezmadas por enfermedades y la acción humana.

A principios del siglo XX existía una población de unos 100.000 linces ibéricos, que se han reducido hasta quedar en las dos centenas que se encuentran en libertad en la actualidad.

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