La osa herida de Cangas estará en observación 15 días para evitar infecciones

Varios trabajadores del centro de recuperación de Sobrescobio, en Asturias, atiendiendo a la osa que fue encontrada herida en el concejo asturiano de Cangas del Narcea.
La osa encontrada herida en el concejo asturiano de Cangas del Narcea el pasado mes de abril permanecerá al menos otros quince días en el centro de recuperación de Sobrescobio por indicación veterinaria, tras haber sido sometido esta mañana a una intensa revisión.

Tras el reconocimiento, los especialistas han aconsejado que el animal continúe bajo tratamiento antibiótico puesto que dos de sus cuatro heridas permanecen sin cicatrizar.

La osa ha ganado 16,5 kilos desde su llegada al centro del Parque Natural de Redes y su estado general de salud es aparentemente bueno, ha informado el Gobierno de Asturias.

La osa fue encontrada herida en el Parque Natural de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias el pasado abril y sus daños se atribuyeron inicialmente a un traumatismo accidental o al ataque de otro animal.

En la revisión veterinaria de hoy, además de la limpieza antiséptica de la zona herida, se ha visto la conveniencia de aplicar un nuevo tratamiento antibiótico con el fin de evitar posibles infecciones.

Los especialistas han valorado que teniendo en cuenta el estado de estas heridas y la época estival -con gran presencia de insectos en el monte, que podrían producir una infección-, es conveniente que la osa permanezca aislada por lo menos otros quince días.

El dispositivo que se ha trasladado hasta el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Redes ha estado formado por personal del Parque de la Naturaleza de Cabárceno cántabro, de la Universidad de León, del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (Irec) y por veterinarios del Servicio de Medio Natural del Principado de Asturias, que fueron los encargados de realizar la sedación y posterior exploración del animal.

También le practicaron a la osa pruebas analíticas y de radiodiagnóstico.

Los veterinarios durmieron al animal con el fin de poder practicarle una exploración física completa; seguidamente, controlaron el peso y le realizaron radiografías de la zona dañada, así como le extrajeron sangre, enviada a Oviedo para analizar.

Por último, se le realizó una endoscopia vaginal y una ecografía abdominal con el objeto de comprobar que no sufría daños en el aparato génito-urinario, que ha resultado estar en perfectas condiciones, por lo que a falta del resultado de las placas radiográficas, los veterinarios creen que el animal no debería de tener ningún problema para una futura gestación y parto.

En la actualidad, su peso es de 42,5 kilogramos, 16,5 kilos más que cuando llegó al centro, y su cuello ha crecido desde los 38 centímetros hasta los 44.

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