Se trata de una herramienta muy útil en la cocina pero debemos tener cuidado porque es también un lugar en el que pueden crecer numerosas bacterias y microorganismos. En este sentido, las tablas de cortar alimentos que son de madera implican mayor riesgo de contaminación por tener una superficie más porosa, lo bueno es que podemos minimizar el riesgo tratándola adecuadamente. Sigue los siguientes pasos y estarás cuidandándote mejor.
Curar la tabla
Debemos hacerlo antes de comenzar a usarla.
Untar 3 capas de aceite y dejarla secar (puede usarse el aceite que se prefiera: girasol, oliva…). El aceite penetra en las porosidades y protege.
Mantenimiento
Lavar tras cada uso:
• Jabón o detergente, con una esponja frotar bien toda la superficie, enjuagar con agua tibia bien y secar.
• Poner sal sobre la tabla y con un limón cortado frotar por toda la superficie, enjuagar con agua tibia y secar.
Evitar guardar en zonas cerradas ya que puede acumular humedad que las estropeará y aumentará las probabilidades de crecimiento de microorganismos.
Renovar
Es importante observar la tabla para que cuando veamos que tiene demasiadas rayaduras la desechemos para evitar un nido de bacterias.
Recomendaciones para elegir la tabla
Bambú
• Duro y resistente.
• A nivel medioambiental es de rápido crecimiento.
Madera de haya, de olivo:
• Buena opción.
Sintéticas, plástico:
• Las hay de diferentes materiales y calidades.
• Contaminación medioambiental.
• Puede estropear el filo de los cuchillos.
Hay que tener en cuenta que es recomendable tener más de una tabla para destinar a diferentes usos, una para verduras y frutas y otra, mínimo, para alimentos que cocinaremos y en crudo que pueden suponer un riesgo como carnes y pescados.
Así evitaremos posibles contaminaciones a pesar de lavarlas adecuadamente.
