El papa Benedicto XVI dijo hoy que 'sólo' la fe en Dios puede vencer el miedo existencial, la angustia que nace de una cierta cultura impregnada de un nihilismo teórico y práctico'.
El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varios miles de personas que asistieron hoy en la plaza de San Pedro del Vaticano al rezo del ángelus dominical, en el que el Papa reflexionó sobre la diferencia que existe entre el miedo humano y el temor a Dios.
El Obispo de Roma afirmó que el miedo es un dimensión natural de la vida, que desde niños experimentamos esas formas de miedo que después se revelan imaginarias y desaparecen.
'Hay, ahora especialmente, una forma de miedo más profunda, de tipo existencial, que cae a veces en la angustia y que nace de un sentido vacío de la existencia, ligado a un cierta cultura impregnada del difundido nihilismo teórico y práctico', destacó el Papa.
El Pontífice agregó que ante el amplio y diferente panorama de miedos humanos, 'la Palabra de Dios es clara: quien 'teme' a Dios no tiene miedo, ya que el temor de Dios coincide con la fe en El'.
Benedicto XVI aseguró que 'no temer a Dios' equivale 'a ponerse en su puesto, a sentirse dueños del bien y del mal, de la vida y de la muerte'.
Sin embargo -añadió-, quien teme a Dios advierte en sí la seguridad que tiene el niño en brazos de su madre.
'Quien teme a Dios está tranquilo, incluso en medio de la tempestad. El creyente no se asusta ante nada porque sabe que está en las manos de Dios, sabe que el mal y la irracionalidad no tienen la última palabra. El único Señor del mundo y de la vida es Cristo', afirmó el Pontífice.
Benedicto XVI se refirió también a que hoy fue proclamado beato en Beirut el fraile capuchino libanés Yaaqub de Ghazir Haddad, lo que aprovechó para abogar para que por intercesión del nuevo beato y los santos libaneses 'ese martirizado país que tanto ha sufrido pueda lograr finalmente una paz estable'.
También recordó que el próximo sábado abrirá en la basílica romana de San Pablo Extramuros el Año Paolino, dedicado a San Pablo con motivo de los dos mil años del nacimiento del Apóstol de los Gentiles.
Como es habitual, tras el rezo del ángelus saludó en diferentes idiomas, entre ellos español.
El Papa invitó a los fieles de lengua española presentes 'a vivir cimentados en el sólido fundamento del amor a Jesucristo, para que no os dejéis vencer por el temor y seáis sus testigos en medio del mundo, superando las dificultades o el ambiente hostil que podáis encontrar'.
El Obispo de Roma afirmó que el miedo es un dimensión natural de la vida, que desde niños experimentamos esas formas de miedo que después se revelan imaginarias y desaparecen.
'Hay, ahora especialmente, una forma de miedo más profunda, de tipo existencial, que cae a veces en la angustia y que nace de un sentido vacío de la existencia, ligado a un cierta cultura impregnada del difundido nihilismo teórico y práctico', destacó el Papa.
El Pontífice agregó que ante el amplio y diferente panorama de miedos humanos, 'la Palabra de Dios es clara: quien 'teme' a Dios no tiene miedo, ya que el temor de Dios coincide con la fe en El'.
Benedicto XVI aseguró que 'no temer a Dios' equivale 'a ponerse en su puesto, a sentirse dueños del bien y del mal, de la vida y de la muerte'.
Sin embargo -añadió-, quien teme a Dios advierte en sí la seguridad que tiene el niño en brazos de su madre.
'Quien teme a Dios está tranquilo, incluso en medio de la tempestad. El creyente no se asusta ante nada porque sabe que está en las manos de Dios, sabe que el mal y la irracionalidad no tienen la última palabra. El único Señor del mundo y de la vida es Cristo', afirmó el Pontífice.
Benedicto XVI se refirió también a que hoy fue proclamado beato en Beirut el fraile capuchino libanés Yaaqub de Ghazir Haddad, lo que aprovechó para abogar para que por intercesión del nuevo beato y los santos libaneses 'ese martirizado país que tanto ha sufrido pueda lograr finalmente una paz estable'.
También recordó que el próximo sábado abrirá en la basílica romana de San Pablo Extramuros el Año Paolino, dedicado a San Pablo con motivo de los dos mil años del nacimiento del Apóstol de los Gentiles.
Como es habitual, tras el rezo del ángelus saludó en diferentes idiomas, entre ellos español.
El Papa invitó a los fieles de lengua española presentes 'a vivir cimentados en el sólido fundamento del amor a Jesucristo, para que no os dejéis vencer por el temor y seáis sus testigos en medio del mundo, superando las dificultades o el ambiente hostil que podáis encontrar'.
