Los parásitos podrían curar alergías y trastornos del sistema humilde

Los humildes parásitos podrían ser la clave para curar alergias y varios otros trastornos del sistema inmune. Así lo indican científicos de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, que están llevando a cabo una prueba para ver si el Ancylostoma duodenale , un gusano redondo que suele vivir en el intestino delgado, puede curar a pacientes de asma.
En Estados Unidos, mientras tanto, otro equipo de científicos está investigando si un parásito porcino podría ser el tratamiento para pacientes con colitis ulcerosa o inflamación del colon e intestino. Y en Cambridge, Inglaterra, otro grupo de investigadores comprobó que si se suministra a ratones un extracto del gusano tropical que causa la esquistosomiasis, se logra evitar el desarrollo de diabetes tipo 1.

La teoría detrás de todas estas investigaciones es que los gusanos parasitarios y otros organismos han adquirido a lo largo de la evolución un papel fundamental en nuestro sistema inmune. 'Hay evidencia convincente de que algo en nuestro sistema inmune ha cambiado desde nuestros antepasados' señala el profesor Danny Altman, profesor de inmunidad del Colegio Imperial de Londres.

'De hecho -agrega- ha cambiado desde nuestros abuelos. Pero esto no quiere decir que este mecanismo es la única razón por la cual hemos visto un aumento en las alergias'.

En efecto, las alergias y otros trastornos del sistema inmune son cada vez más comunes en el mundo, principalmente en las regiones más desarrolladas. Esto se debe en parte, creen los expertos, a nuestra obsesión con la limpieza.

Debido a la higiene los parásitos han sido casi eliminados de los seres humanos y esta podría ser una de las razones por las que algunas enfermedades como el asma y la diabetes son cada vez más prevalentes.

Los expertos creen que nuestro sistema inmune podría estar ahora 'desequilibrado' debido a la falta de parásitos. Y la clave para acabar con ciertas enfermedades podría estar en un compuesto de los parásitos, así como en el lodo y en la bacteria y otros microorganismos que viven en el intestino (la flora intestinal).

Los nuevos compuestos


Los científicos de la Universidad de Nottingham están probando esta teoría infectando a los pacientes de asma con el parásito intestinal. El 'tratamiento' consiste en colocar los gusanos en la piel del paciente para permitir que éstos caven un surco hacia el organismo y logren aliviar los síntomas de la alergia.

La profesora Jan Bradley, parasitóloga de la Universidad de Nottingham, afirma que algunos parásitos pueden vivir en el organismo humano de 15 a 20 años. 'La pregunta que me he planteado es cómo logra un parásito modificar al huésped para poder sobrevivir tanto tiempo', dice. 'Si diseccionamos a cualquier organismo vivo podemos ver que éste está lleno de parásitos, en su sangre, intestinos y otras partes. Pero en los últimos 50 años hemos visto a los seres humanos libres de parásitos, en países como Reino Unido'.

La investigadora subraya que esto no significa que tener parásitos sea algo bueno, pero éstos pueden tener muchos beneficios. 'Los parásitos han sido parte de nuestra evolución, y por supuesto que pueden tener consecuencias adversas. Pero hay un lado positivo de estos organismos que debemos explotar en nuevas terapias', afirma.

Diabetes


Y los beneficios de estos organismos podrían también verse en enfermedades como la diabetes, particularmente de la tipo 1 que está también en aumento en el mundo. Los investigadores de la Universidad de Cambridge están estudiando el Schistosoma mansoni, el parásito tropical que causa la esquistosomiasis.

El gusano puede permanecer en el cuerpo humano hasta 40 años y durante ese tiempo las hembras y machos pueden aparearse y excretar huevos. Estos posteriormente son diseminados en las heces de los individuos infectados y eventualmente pueden reinfectar al ser humano.

La profesora Anne Cooke, quien dirige el estudio en Cambridge, cree que ha habido una adaptación entre el parásito y su huésped humano. En su estudio con ratones la investigadora logró demostrar que una infección con schistosoma mansoni puede evitar el desarrollo de diabetes tipo 1 en los animales.

Pero subraya que todavía faltan muchas más investigaciones para lograr probarlo en seres humanos. 'A medida que vamos descubriendo los genes que gobiernan a las enfermedades, estamos entendiendo que lo que hace a un individuo depende de los organismos a los cuales fueron expuestos sus antepasados', señala la científica. 'Es decir, las infecciones dan forma a la herencia genética de una población'.

'Y esto podría permitirnos identificar las trayectorias de las enfermedades para modificarlas con pequeñas moléculas del parásito. Es decir, estamos trabajando con fracciones de estos parásitos y no con el organismo entero', expresa la investigadora.



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