Los sanfermines comenzaron con retraso, por culpa de una ikurriña

La política vuelve a colarse en el 'chupinazo'

Una gran ikurriña cubre la fachada, ante una plaza abarrotada. (Foto: JESÚS DIGES)
Miles de personas recibieron con júbilo el 'chupinazo' de los sanfermines, que se retrasó por primera vez en su historia al desplegarse una gran ikurriña ante la fachada del Ayuntamiento de Pamplona, lo que generó momentos de tensión e incertidumbre e hizo hecho que la mecha se prendiera con 18 minutos de retraso.
Unos minutos antes de las doce del mediodía, unos desconocidos desplegaron la bandera de Euskadi sobre un cable que cruzaba la plaza Consistorial, que tapaba gran parte de la fachada, incluido el balcón del lanzamiento, lo que llevó a los responsables municipales a retrasar el lanzamiento del cohete hasta su retirada.

Este incidente, sin precedentes en los sanfermines, fue lamentado por los representantes municipales, aunque no llegaron a consensuar un texto de condena por el retraso en el inicio de la fiesta. El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, mostró su 'indignación' por lo que considera un 'intento de torpedear' el inicio de los sanfermines, 'el momento más importante del año' para la ciudad.

El juzgado de guardia ha abierto diligencias por este suceso ante la existencia de un supuesto delito contra el orden público y por el que no se han producido detenciones.

Éste no ha sido el único incidente ocurrido en torno al chupinazo, ya que un policía municipal resultó herido en la cabeza a causa de un botellazo lanzado durante una carga policial contra un grupo de personas que tiraban objetos, y también el dirigente de la izquierda abertzale Txelui Moreno resultó lesionado al intentar mediar en un incidente en la plaza del Ayuntamiento.

Al margen de estos sucesos, cabe destacar que tras unos meses de intensas lluvias y bajas temperaturas, el sol y el calor se sumaron al momento del año más esperado por muchos pamploneses y visitantes, el lanzamiento del cohete que da el pistoletazo de salida a más de 200 horas de fiesta ininterrumpidas, nueve días en los que la capital navarra cambia radicalmente su ritmo de vida. Unas fiestas, los sanfermines, reconocidas mundialmente por sus tradicionales encierros, que desde hoy, 7 de julio, y hasta el domingo 14 volverán a llevar la emoción a las calles de la ciudad, con los mozos corriendo ante los astados.

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