Tras dos años de retiro obligatorio, el diseñador Josep Font volvió ayer de la mano de DelPozo a la pasarela madrileña con una colección caprichosa, mágica y con colores inteligentes, un espectáculo de sentido común y buena costura con hermosas pinceladas de Alta Costura.
En el Jardín del Capricho de la Alameda de Osuna de Madrid y bajo los acordes y la cálida voz del grupo musical 'The Chinese BirdWatchers' se inauguró la 56 edición de la FashionWeek con la colección 'Essence' de Del Pozo, donde se vieron propuestas ultrafemeninas y sofisticadas.
Más que un desfile, la colección de primavera-verano 2013 creada por el catalán Josep Font fue una verdadera lección de buena costura, en la que se vieron patrones con cortes arquitectónicos y siluetas longilineas de gusto exquisito confeccionados con tejidos nobles.
De la difícil unión entre la ingenua y cándida sobriedad de las menonitas y la riqueza de la Alta Costura surgió la primera colección de Josep Font para Del Pozo, un amalgama de contrastes que tuvo como resultado prendas joviales y divertidas, eso sí bañadas en una etérea sofisticación.
LEGADO ESTÉTICO
El legado estético de Jesús del Pozo, fallecido el año pasado, estuvo presente en gran parte de la colección, así los característicos volúmenes de la firma han aparecido en fabulosos vestidos largos y cortos, pero en esta ocasión se han construido desde el interior, gracias a experimentales estructuras de miriñaque modeladas a mano.
Las siluetas se presentan depurada y sencillas, pero prestando atención y mirando con detalle los vestidos llevan cosidas varias capas que construyen laboriosos pliegues interiores ofreciendo un efecto final depurado y etéreo.
No pasaron por alto los apuntes de Alta Costura que introdujo Font en esta colección. Ha llamado la atención un abrigo corto blanco de cuello a la caja y manga ranglán, realzado con perlas, una oda a la costura del gran maestro Cristóbal Balenciaga, en uno de los modelos más originales de la noche.
Más que un desfile, la colección de primavera-verano 2013 creada por el catalán Josep Font fue una verdadera lección de buena costura, en la que se vieron patrones con cortes arquitectónicos y siluetas longilineas de gusto exquisito confeccionados con tejidos nobles.
De la difícil unión entre la ingenua y cándida sobriedad de las menonitas y la riqueza de la Alta Costura surgió la primera colección de Josep Font para Del Pozo, un amalgama de contrastes que tuvo como resultado prendas joviales y divertidas, eso sí bañadas en una etérea sofisticación.
LEGADO ESTÉTICO
El legado estético de Jesús del Pozo, fallecido el año pasado, estuvo presente en gran parte de la colección, así los característicos volúmenes de la firma han aparecido en fabulosos vestidos largos y cortos, pero en esta ocasión se han construido desde el interior, gracias a experimentales estructuras de miriñaque modeladas a mano.
Las siluetas se presentan depurada y sencillas, pero prestando atención y mirando con detalle los vestidos llevan cosidas varias capas que construyen laboriosos pliegues interiores ofreciendo un efecto final depurado y etéreo.
No pasaron por alto los apuntes de Alta Costura que introdujo Font en esta colección. Ha llamado la atención un abrigo corto blanco de cuello a la caja y manga ranglán, realzado con perlas, una oda a la costura del gran maestro Cristóbal Balenciaga, en uno de los modelos más originales de la noche.
