El príncipe Felipe presidió ayer la ceremonia de reencuentro de oficiales que se graduaron hace 25 años en la Escuela Naval Militar de Marín, en Pontevedra.
Los homenajeados eran en torno a 150 militares, que terminaron sus estudios sólo un año antes que el propio príncipe. El acto se celebró en el polideportivo de la Escuela Naval por la lluvia, en un edificio que imita, en su estructura y decoración, a un antiguo paquebote. Los homenajeados, que recibieron sus despachos en 1988, son componentes de las promociones 388 del Cuerpo General, 118 de Infantería de Marina y 63 de Intendencia, así como otros de promociones de Oficiales de los Cuerpos Militares de Sanidad que recibieron su despacho el mismo año
Entre los homenajeados y el público, compuesto principalmente por esposas y familiares de los oficiales, el momento más emotivo fue el beso a la bandera. En su intervención, el representante de los homenajeados, José María Núñez Torrente, recordó el paso de su promoción por la Escuela -'parece que fue ayer', y felicitado a los nuevos alumnos por la experiencia a la que se enfrentan, en la que verán, aseguró, 'forjado su carácter y fortalecida su voluntad'.
El director de la Escuela, Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo, invitó por su parte a los nuevos estudiantes a 'navegar contracorriente, ciñendo si fuera necesario', cuando en la vida 'hayan varado en los escollos del desaliento'. El comandante director se dirigió al príncipe Felipe pidiéndole que transmitiese 'al primer marino de España', el rey Juan Carlos, 'los deseos sinceros' de los integrantes de la Escuela Naval.
Entre los homenajeados y el público, compuesto principalmente por esposas y familiares de los oficiales, el momento más emotivo fue el beso a la bandera. En su intervención, el representante de los homenajeados, José María Núñez Torrente, recordó el paso de su promoción por la Escuela -'parece que fue ayer', y felicitado a los nuevos alumnos por la experiencia a la que se enfrentan, en la que verán, aseguró, 'forjado su carácter y fortalecida su voluntad'.
El director de la Escuela, Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo, invitó por su parte a los nuevos estudiantes a 'navegar contracorriente, ciñendo si fuera necesario', cuando en la vida 'hayan varado en los escollos del desaliento'. El comandante director se dirigió al príncipe Felipe pidiéndole que transmitiese 'al primer marino de España', el rey Juan Carlos, 'los deseos sinceros' de los integrantes de la Escuela Naval.
