La Puerta al Más Allá está en Galicia

Portalén,  grupo megalítico formado por tres piedras, con un marco por el que hay que pasar.  Ahora al lado hay un parque eólico.
photo_camera Portalén, grupo megalítico formado por tres piedras, con un marco por el que hay que pasar. Ahora al lado hay un parque eólico.
La mitología señala un monumento megalítico en un monte pontevedrés como paso al reino de los muertos

En lo más alto de la Serra do Cando, en el municipio pontevedrés de Cerdedo, se encuentra la puerta al otro mundo, al de los muertos. Literalmente: el lugar se llama Portalén, A Porta do Alén, traducible como la Puerta del Más Allá, un supuesto monumento megalítico bien conocido, pero oculto durante años probablemente por la dificultad del acceso hasta una zona remota del monte. La construcción de un parque eólico y una pista permite ahora alcanzar sin dificultad el conjunto. No hay nada seguro en torno a Portalén, salvo que la tradición enmarca el lugar como un paso hacia el mundo de los difuntos. Ni siquiera está claro, así lo dice la publicación Galicia Máxica, que sea una construcción humana, si bien resulta lo más posible al menos con el dintel que enmarca la puerta: una piedra que no pudo llegar rodando de ningún lugar, por lo que todo indica que fue colocada así, a propósito, para contar con un  lugar sagrado. El mejor camino para llegar a la puerta es utilizando el servicio de Google Maps, que dirige perfectamente hasta el lugar en cuestión. Desde Vigo son unos 50 minutos en coche.

Para llegar hay que subir una pequeña elevación.

El supuesto o real monumento es una roca fracturada en tres partes separadas. Sobre uno de estos espacios se encuentra una piedra redondeada que hace de marco. Volviendo a la publicación antes indicada, explica que las grandes rocas graníticas emergieron de las profundidades hace millones de años en forma de burbujas de magma. Al salir a la superficie se enfriaron y esto produjo su solidificación. Muchas de ellas se fracturaron en este proceso y otras sufrieron la erosión del viento, el agua, el hielo y la vegetación durante miles de años. Sin embargo la piedra redonda parece haber sido puesta intencionadamente. No hay muchas explicaciones más.

Y el Marco

Después está el marco para pasar al “otro lado”, que hay que cruzar dos veces.

Portalén se completa con la cercana roca llamada Marco do Vento, sobre el que también se arrojan más dudas que certezas.  Parece un monumental menhir de tres metros de altura, pero tampoco está claro.  Según la tradición se trataría del punto donde confluyen las fuerzas del universo. El escritor pontevedrés Manel Loureiro escribió sobre todo ello en su novela “La puerta”, publicada el pasado año por la editorial Planeta, sorprendido por que la tradición se mantenga, y destacando que en su opinión sería un pequeño Stonehenge gallego, donde en el solsticio de invierno el sol se pone a través de esa puerta. A la salida de la puerta llama la atención que hay varias ofrendas recientes colocadas en el suelo: collares, flores y otros objetos, confirmando que la Puerta continúa abierta y activa. 

Según la mitología, se debe cruzar entrando desde el Norte hacia al Sur. Y muy importante, la tradición avisa de que es preciso volver a salir por la puerta para retornar al mundo de los vivos.

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