Manar Almustafa recorrió todo el norte de África tras huir de su casa cuando fue bombardeada por el régimen sirio, y ayer pisó tierra europea donde pretende recuperarse junto a su padre de las quemaduras sufridas en la guerra y las heridas psicológicas tras perder a una hija.
Manar huyó de la guerra por diferentes países, como Líbano, Egipto o Argelia y, al llegar a Melilla, se topó con la burocracia que le impidió viajar a la península para poder ser atendida de sus graves heridas. Como otros exiliados del conflicto que vive Siria, ella decidió emprender un viaje que le llevase a Europa sin tener que tomar un barco como los que arriban a las costas italianas. Manar y parte de su familia invirtió su dinero en comprar varios pasaportes marroquíes que le permitieron el acceso a la ciudad autónoma de Melilla, donde vivió desde hace dos meses en un piso de alquiler tras escapar de su país con quemaduras en el 90 % del cuerpo.
Uno de sus hermanos, Mohamed Almustafa, señaló en el puerto de Málaga que se encuentran satisfechos y que lo primero que van hacer al llegar a Barcelona es ir al médico especialista. Almustafa agradeció la labor de España, de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, así como a las personas que le han ayudado en la ciudad autónoma.
El caso de Manar volvió a sacar a la palestra las dificultades de los solicitantes de asilo en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que se manifestaron el pasado octubre pidiendo su traslado a la península denunciando su mala situación en los centros de inmigrantes donde suelen residir a la espera de la tramitación de los papeles.
Más de 2,3 millones de personas huyeron de Siria desde el comienzo del conflicto en 2011, convirtiéndose en uno de los mayores éxodos de refugiados en la historia, y organizaciones como el ACNUR pidieron a los Gobiernos europeos no poner trabajas al éxodo, que cada vez es más continuo y peligroso.
Uno de sus hermanos, Mohamed Almustafa, señaló en el puerto de Málaga que se encuentran satisfechos y que lo primero que van hacer al llegar a Barcelona es ir al médico especialista. Almustafa agradeció la labor de España, de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, así como a las personas que le han ayudado en la ciudad autónoma.
El caso de Manar volvió a sacar a la palestra las dificultades de los solicitantes de asilo en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que se manifestaron el pasado octubre pidiendo su traslado a la península denunciando su mala situación en los centros de inmigrantes donde suelen residir a la espera de la tramitación de los papeles.
Más de 2,3 millones de personas huyeron de Siria desde el comienzo del conflicto en 2011, convirtiéndose en uno de los mayores éxodos de refugiados en la historia, y organizaciones como el ACNUR pidieron a los Gobiernos europeos no poner trabajas al éxodo, que cada vez es más continuo y peligroso.
