Siete de cada diez españoles viven en grandes áreas urbanas, aunque cada vez más la población se 'desconcentra' y se traslada a los municipios intermedios y áreas residenciales de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona.
Esta es una de las conclusiones del estudio 'La población en España: 1900-2009', realizado por la Fundación BBVA y el Ivie con datos del INE y del Ministerio de Vivienda.
El estudio pone de manifiesto que Madrid y Barcelona siguen siendo las provincias con un mayor porcentaje urbanizado (más del 90 por ciento de su población reside en zona urbana).
En el otro lado de la balanza están Huesca y Teruel, donde menos del 25 por ciento de la población vive en áreas urbanas.
Destacable es también el caso de la provincia de Guadalajara, donde la población de las áreas urbanas ha crecido un 4,8 por ciento anual desde 2001, muy por encima del resto de España, donde el ritmo de aumento ha sido del 1,7 por ciento.
El estudio explica que mientras que el siglo XX se caracterizó por el traspaso de la población rural hacia los núcleos urbanos, en los primeros años de este siglo las grandes ciudades comparten protagonismo con los municipios intermedios (entre 10.000 y 100.000 habitantes), que en 2009 acogían al 40 por ciento de los españoles.
En este mismo periodo, las grandes ciudades han reducido su población, y se ha revertido de manera parcial el despoblamiento de las provincias de interior, de modo que, provincias que habían presentado un crecimiento modesto o incluso negativo en el siglo XX, como Guadalajara, son las que más han crecido entre 2001 y 2009.
El informe también hace hincapié en otro dato curioso: el constante aumento de la población en las provincias costeras.
En 2009, más de 15 millones de españoles vivían en la costa, es decir, que el 32,7 por ciento de la población ocupaba el 6,7 por ciento del territorio nacional, 'densificando' el litoral.
Mientras, Zamora, Ourense, Lugo y Palencia son las provincias que han registrado mayores pérdidas de población entre 2001 y 2009.
Por municipios, seis de los quince que registraron mayores pérdidas de población entre 2001 y 2009 son asturianos (Mieres, Cangas de Narcea, Aller, San Martín del Rey Aurelio, Tineo, y Valdés) y cuatro vascos (Portugalete, Basauri, Sestao y Getxo), mientras que entre las capitales, Cádiz y Granada son las que más habitantes han perdido (más de 6.000 habitantes cada una).
En cuanto a la distribución de la población española, el estudio pone de manifiesto que es muy desigual.
Tanto que en 2009, los quince municipios más poblados acogían al 23 por ciento de la población (10,8 millones de habitantes)
A su vez, doce de los quince municipios con más densidad de población en 2009 estaban en las provincias de Valencia (Mislata, Benetússer, Emperador, Tavernes Blanques, Burjassot) y Barcelona (L'Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramanet, Barcelona, Badia del Vallés, Premià de Mar, Cornellà de Llobregat, Badalona).
Respecto al despoblamiento, entre los quince municipios con menor densidad de población en 2009 había cinco de la provincia de Guadalajara y otros cinco de la provincia de Soria.
Sobre la movilidad de la población, el estudio concluye que Guadalajara, Álava y Tarragona son las provincias con más capacidad de atracción entre otras provincias españolas, mientras que Córdoba y Jaén son las que menos.
Movimientos aparte, el 44 por ciento de la población española reside en el mismo municipio en el que ha nacido.
Por otro lado, el estudio destaca que las provincias costeras, especialmente Alicante, Girona o Illes Balears, han acogido mucha inmigración y que uno de cada cuatro residentes es de otro país.
En cuanto a la edad, en 2009, el 16,7 por ciento de la población española tenía 65 años o más.
Las provincias más envejecidas eran Ourense, Zamora y Lugo, con un 28 por ciento de la población mayor de 65.
Por su parte, las provincias con más número de jóvenes menores de 15 años eran Murcia, Almería, Sevilla y Cádiz, con más del 16 por ciento.
El estudio pone de manifiesto que Madrid y Barcelona siguen siendo las provincias con un mayor porcentaje urbanizado (más del 90 por ciento de su población reside en zona urbana).
En el otro lado de la balanza están Huesca y Teruel, donde menos del 25 por ciento de la población vive en áreas urbanas.
Destacable es también el caso de la provincia de Guadalajara, donde la población de las áreas urbanas ha crecido un 4,8 por ciento anual desde 2001, muy por encima del resto de España, donde el ritmo de aumento ha sido del 1,7 por ciento.
El estudio explica que mientras que el siglo XX se caracterizó por el traspaso de la población rural hacia los núcleos urbanos, en los primeros años de este siglo las grandes ciudades comparten protagonismo con los municipios intermedios (entre 10.000 y 100.000 habitantes), que en 2009 acogían al 40 por ciento de los españoles.
En este mismo periodo, las grandes ciudades han reducido su población, y se ha revertido de manera parcial el despoblamiento de las provincias de interior, de modo que, provincias que habían presentado un crecimiento modesto o incluso negativo en el siglo XX, como Guadalajara, son las que más han crecido entre 2001 y 2009.
El informe también hace hincapié en otro dato curioso: el constante aumento de la población en las provincias costeras.
En 2009, más de 15 millones de españoles vivían en la costa, es decir, que el 32,7 por ciento de la población ocupaba el 6,7 por ciento del territorio nacional, 'densificando' el litoral.
Mientras, Zamora, Ourense, Lugo y Palencia son las provincias que han registrado mayores pérdidas de población entre 2001 y 2009.
Por municipios, seis de los quince que registraron mayores pérdidas de población entre 2001 y 2009 son asturianos (Mieres, Cangas de Narcea, Aller, San Martín del Rey Aurelio, Tineo, y Valdés) y cuatro vascos (Portugalete, Basauri, Sestao y Getxo), mientras que entre las capitales, Cádiz y Granada son las que más habitantes han perdido (más de 6.000 habitantes cada una).
En cuanto a la distribución de la población española, el estudio pone de manifiesto que es muy desigual.
Tanto que en 2009, los quince municipios más poblados acogían al 23 por ciento de la población (10,8 millones de habitantes)
A su vez, doce de los quince municipios con más densidad de población en 2009 estaban en las provincias de Valencia (Mislata, Benetússer, Emperador, Tavernes Blanques, Burjassot) y Barcelona (L'Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramanet, Barcelona, Badia del Vallés, Premià de Mar, Cornellà de Llobregat, Badalona).
Respecto al despoblamiento, entre los quince municipios con menor densidad de población en 2009 había cinco de la provincia de Guadalajara y otros cinco de la provincia de Soria.
Sobre la movilidad de la población, el estudio concluye que Guadalajara, Álava y Tarragona son las provincias con más capacidad de atracción entre otras provincias españolas, mientras que Córdoba y Jaén son las que menos.
Movimientos aparte, el 44 por ciento de la población española reside en el mismo municipio en el que ha nacido.
Por otro lado, el estudio destaca que las provincias costeras, especialmente Alicante, Girona o Illes Balears, han acogido mucha inmigración y que uno de cada cuatro residentes es de otro país.
En cuanto a la edad, en 2009, el 16,7 por ciento de la población española tenía 65 años o más.
Las provincias más envejecidas eran Ourense, Zamora y Lugo, con un 28 por ciento de la población mayor de 65.
Por su parte, las provincias con más número de jóvenes menores de 15 años eran Murcia, Almería, Sevilla y Cádiz, con más del 16 por ciento.
