'El riesgo del ébola para Occidente es bajo, aún sin vacuna'

El microbiólogo del Hospital Clínic de Barcelona Mikel Martínez Yoldi, uno de los expertos españoles en el virus del ébola
photo_camera El microbiólogo del Hospital Clínic de Barcelona Mikel Martínez Yoldi, uno de los expertos españoles en el virus del ébola

El microbiólogo del Hospital Clínic de Barcelona Mikel Martínez Yoldi, uno de los expertos españoles en el virus del ébola, pronostica que "no habrá vacuna a corto plazo"

El microbiólogo del Hospital Clínic de Barcelona Mikel Martínez Yoldi, uno de los expertos españoles en el virus del ébola, pronostica en entrevista telefónica con Efe que "no habrá vacuna a corto plazo" aunque también considera que "el riesgo de expansión del virus es bajo" en Occidente.

A pesar del fallecimiento esta mañana en Madrid del religioso Miguel Pajares, infectado por ébola y repatriado a España el pasado 7 de agosto, así como de la extensión de la epidemia en África Occidental, Yoldi afirma que el virus no supone una "amenaza real" para Europa ni Estados Unidos, ya que "aunque puedan darse más casos, éstos serían 'importados' y de difícil transmisión".

"No es como el virus de la gripe, porque para que pueda darse el contagio es necesario un contacto muy estrecho" entre sangre, tejidos o fluidos del afectado con la persona sana, algo extremadamente difícil dado el aislamiento al que se somete al enfermo y las medidas que ya se aplican en las fronteras.

Entre ellas, figuran "cuestionarios a las salidas y entradas de los vuelos a zonas en riesgo y seguimientos intensivos de los posibles casos".

El microbiólogo no considera la inmigración ilegal un foco probable de riesgo porque "es difícil que entre estas personas se encuentre un infectado y, además, un caso grave que requiriera asistencia sanitaria seguramente sería detectado y aislado" en poco tiempo.

Además, la enfermedad se extiende por el contacto con pacientes en fase aguda, no con los que ya la han superado: "históricamente, el ébola se ha controlado mediante el aislamiento de los pacientes infectados y el seguimiento de los contactos", ha explicado Yoldi.

Los supervivientes deben la cura a su propio sistema inmunológico, más resistente al virus que el de los fallecidos, ya que no existen tratamientos antivirales específicos ni vacunas "y la enfermedad sólo puede tratarse con terapias de soporte y evitando complicaciones..., en definitiva, dándole al enfermo tiempo para que su propio organismo supere la infección".

Aunque también puede recibirse ayuda ajena: es el caso del médico y misionero norteamericano Kent Brantly, quien puede estar superando la enfermedad gracias a los anticuerpos obtenidos mediante una transfusión de sangre de un joven que había derrotado previamente al virus y al nuevo fármaco experimental Zmapp.

Éste es el mismo cóctel de anticuerpos de origen estadounidense que se ha administrado en los últimos días a Pajares, aunque no ha servido para salvarle la vida.

Yoldi recuerda que, a pesar de las expectativas creadas por el Zmapp, este fármaco se encuentra todavía en desarrollo y por tanto no garantiza los resultados positivos.

"No ha pasado los controles ni los estudios necesarios para poder ser administrado de manera rutinaria..., tampoco parece que podamos contar con una cantidad suficiente para el número de personas que podrían necesitarlo", insiste.

Además, es muy complicado aplicar medidas de este tipo a gran escala dado que en una epidemia en zonas subdesarrolladas no se dispone ni de la cantidad de suero necesaria ni de la infraestructura para ser administrado.

Por si fuera poco, "no se sabe cuándo ni dónde puede darse la próxima epidemia de ébola, lo que dificulta aún más cualquier posible ensayo clínico de un tratamiento o vacuna, advierte el microbiólogo.

Otro potencial enfoque preventivo podría dirigirse "al reservorio epidemiológico del ébola, que son los murciélagos" pero esto probablemente sea aún más complejo "dada la imposibilidad de controlar poblaciones tan grandes y además migratorias", ha recordado.

En cuanto a la vacuna, "siempre es deseable, sobre todo para limitar el avance de la epidemia" aunque es difícil saber en qué áreas debería aplicarse dado lo impredecible de la aparición de la siguiente epidemia.

Pese a ello, Yoldi revela que "uno de los candidatos vacunales de los que se dispone ha mostrado en estudios animales ser capaz de disminuir la mortalidad, tanto si es aplicada antes de la exposición al ébola como después, algo que es de sumo interés".

A día de hoy, sin vacuna ni tratamiento específico disponibles, la única actuación válida sigue siendo la prevención mientras dure esta epidemia, que "se considerará finalizada cuando se supere el doble del periodo máximo de incubación, es decir, 42 días desde el último caso".

Te puede interesar