El proyecto RobAlz, de la Universidad Carlos III, diseña una máquina para afectados de alzheimer

Los robots enfermeros con 'alma', una realidad cercana

Jacques Selmes, secretario general de la FAE. (Foto: ARCHIVO)
Robots que cuiden y entretengan a niños ingresados en hospitales o que atiendan a personas mayores que padecen Alzheimer son una realidad cada vez más cercana gracias al laboratorio español Robotic Labs, que trabaja en el diseño de 'robots enfermeros'. Ayudar a enfermos de Alzheimer y a sus cuidadores es el objetivo del proyecto RobAlz, en el que Robotic Labs, de la Universidad Carlos III de Madrid, colabora con la Fundación Alzheimer España (FAE) para diseñar robots enfermeros que atiendan, vigilen, entretengan y estimulen a los pacientes.
'Queremos que los robots respondan a las necesidades reales de los cuidadores', explica el secretario general de FAE, Jacques Selmes, quien indica que por eso en este proyecto han trabajado juntos desde el comienzo los investigadores y las personas que cuidan a los enfermos. Un cuidador, señala Selmes, dedica hasta un tercio de su tiempo a la vigilancia de los pacientes, con lo que, si el robot se pudiese encargar de ello, 'podría aliviar en gran medida la carga de trabajo'.

El robot enfermero, aunque nunca reemplaza al cuidador, podrá 'dar un aviso si el enfermo se levanta por la noche o realizar tareas más sencillas como conversar, leer o escuchar', indica Miguel Ángel Salichs, responsable del proyecto y catedrático en Ingeniería de Sistemas y Automática. El profesor Salichs también coordina la participación de Robotic Labs en el proyecto europeo MOnarCH (Multi-Robot Cognitive Systems Operating in Hospitals), que pretende introducir robots en el área de pediatría de un hospital oncológico en Lisboa.

Dentro de este proyecto, que ha comenzado este año y finalizará en 2016, el laboratorio español se encarga únicamente de la comunicación robot-niño y, según el investigador, todavía 'está en el aire' lo que la máquina será capaz de hacer, aunque previsiblemente hablará y reconocerá la voz.

Al igual que en RobAlz, se pretende que ayuden tanto a los niños ingresados como al personal sanitario, por lo que intentarán que los robots jueguen con los niños y les hagan sentirse mejor, aunque también tendrán que vigilar que no salgan de las zonas habilitadas, ha aclarado Salichs.

El reto de este proyecto, para el profesor, es diseñar una comunicación 'natural' y conseguir que la interacción entre robots y niños sea fluida: 'Podemos hacer que los robots entiendan las palabras, pero saber qué es lo que se quiere decir es mucho más complejo si tenemos en cuenta los gestos y los mensajes implícitos'.

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