Papeles del rock

Rolling Stones en Knebworth Park

Los Rolling Stones durante su actuación en el concierto en Knebworth Park, en 1976.
photo_camera Los Rolling Stones durante su actuación en el concierto en Knebworth Park, en 1976.
Banister había iniciado los festivales de Knebworth Park en la localidad británica del mismo nombre

A comienzos de 1970, cuando los Rolling Stones estaban digiriendo mientras editaban las filmaciones y grabaciones de lo que más tarde sería la película “Gimmie Shelter” de Albert Maysles, todo lo ocurrido en el tristemente célebre show de Altamont, Mick Jagger aseguró: “Los Stones nunca volveremos a hacer un festival al aire libre de estas características”. Pero hace en estos días 45 años, en el caluroso agosto de 1976, la banda se lo pensó mejor y aceptó participar en el que sería el evento más multitudinario de toda su trayectoria en los años 70 y uno de los conciertos más apoteósicos que se recuerdan de toda su carrera: el Festival de Knebworth Park del 21 de agosto de 1976.

Es sabido que a su oficina de management llegaron muchas veces propuestas, muchas de ellas económicamente muy difíciles de rechazar hasta para los Stones, para que encabezaran algún gran evento multitudinario al aire libre, y la respuesta siempre fue un no rotundo. Hasta que en 1976, la oficina del empresario Freddie Banister, el legendario promotor británico que saltó a la fama tras poner en pie los míticos “Bath Blues And Progressive Music Festival” de 1969 y 1970 con Bob Dylan y Led Zeppelin entre otros, a pesar de los antecedentes negativos y según se dice, tras la negativa del management de Queen, que parece ser le pedían unas cantidades inasumibles, probó suerte con el management de los Stones, aprovechando que en la primavera y el verano de 1976 estarían de gira por Europa y el Reino Unido.

Un concierto especial

Además del éxito de los mencionados festivales de Bath y otros eventos en los que jamás se había producido el menor problema, en 1974 Banister había iniciado los festivales de Knebworth Park en la localidad británica del mismo nombre, logrando congregar a más de 60.000 personas en la primera edición del festival con The Doobie Brothers y la Allman Brothers Band como headliners, y casi reduplicando la asistencia el año siguiente, cuando el 4 de julio de 1975 más de 100.000 personas acudieron a la segunda edición del Knebworth Park Festival para ver el sensacional show que Pink Floyd ofrecieron allí dentro de la gira de presentación de su álbum “Wish You Were Here”. La reputación de promotor sumamente profesional, serio y responsable de Banister sin lugar a dudas influyó en que los Stones se replanteasen su negativa a actuar en grandes festivales y a pesar de que la fecha estaba teóricamente ya fuera del calendario del “Tour Of Europe 76”, accedieran a participar. Es más, decidieron aprovechar esa ocasión para preparar un show especial, un concierto considerablemente más largo que los que ofrecerían en la gira por el viejo continente, con temas que hacía tiempo que no tocaban en vivo – “(I Can´t Get No) Satisfaction” sería una de ellos- y grabarlo íntegramente cara a que fuera la base de su nuevo álbum en directo.

El ex bajista Bill Wyman aseguraba en su libro “Rolling With The Stones”, que se vendieron anticipadamente 140.000 entradas, pero lo cierto es que al final 300.000 personas estuvieron el 21 de agosto de 1976 en Knebworth Park para ver a los Stones. La cifra más grande de asistentes de su historia que acudirían a uno de sus conciertos pagando entrada, ya que los shows de Altamont y Hyde Park fueron gratuitos. Alrededor de las 14.30 de la tarde de un extrañamente soleado día en Inglaterra en esa época –quienes hemos acudido centenares de veces a festivales en el norte de Europa y más específicamente en Inglaterra en esa época del año siempre nos llevamos un chubasquero y sudaderas- comenzó aquella multitudinariamente masiva edición del que se llamó en esa ocasión el “Knebworth Fayre Festival” de 1976, con The Don Harrison Band, Hot Tuna, Todd Rundgren, Lynyrd Skynyrd, 10 CC y The Rolling Stones cerrando el evento y ofreciendo un espectacular concierto de más de 3 horas de duración.

Entre bastidores, Moet Chandon organizó una fiesta de champán para invitados del grupo como Jack Nicholson, Dave Gilmour de Pink Floyd, Germaine Greer, Jim Capaldi de Traffic, John Paul Getty III, John Philips, Ian McLagan de The Faces, Van Morrison y Paul y su mujer Linda McCartney. La audiencia tuvo que conformarse con té o café a 12 peniques la taza y un ración de pollo al curry que costaba 25 peniques, más medias pintas de cerveza a 10 peniques. 

Los puestos de pizza, comida china o hamburguesas ya habituales en los festivales de la actualidad no existían, así como los urinarios portátiles… la prensa inglesa de la época no dejó de relatar al lado de la grandeza de los Stones y Lynyrd Skynyrd en sus shows, el olor de los millones de galones de orina que se vertieron en las proximidades del vallado del festival.

Actuación apoteósica

Los problemas técnicos fueron constantes a lo largo de gran parte del evento, lo que provocó que los Stones retrasaran casi una hora su salida a escena hasta no tener la certeza absoluta de que todo estaría resuelto. Quienes pudieron estar esa noche en el concierto pudieron ver una de las más apoteósicas actuaciones de los Stones de la década de los 70.

Su set de 30 canciones se abrió incluyó material de “Beggars Banquet” (“Stray Cat Blues” y “Street Fighting Man”, la que cerró el concierto), “Let It Bleed” (“You Can’t Always Get What You Want”, “Country Honk” y “Midnight Rambler “), “Sticky Fingers” (“Brown Sugar”,”Wild Horses”,”You Gotta Move” y “Dead Flowers”), “Exile On Main St.” (“Rip This Joint”,”Tumbling Dice” y “Happy” ), hasta su último LP, “Black And Blue”, del que tocaron “Hot Stuff”, “Hand Of Fate”, “Hey Negrita” y “Fool To Cry”. También hubo temas de sus dos álbumes anteriores, “Goats Head Soup” (“Star Star”) y “It’s Only Rock ‘N Roll” (la canción principal, “If You Can’t Rock Me” y “Ain’t Too Proud To Beg”) junto a piezas de sus comienzos, como “(I Can´t Get No) Satisfaction”,”Little Red Rooster”, “Route 66” y “Around and Around”, “Get Off Of My Cloud”, “Let´s Spend The Night Together”, “Honky Tonk Women” y “Jumpin Jack Flash”, así como un breve set dentro del set de Billy Preston, quien interpretó “Nothing From Nothing” y “Outta Space”. Irrepetible. 

Por desgracia, las cintas con la grabación íntegra del concierto, se deterioraron en el traslado en avión desde Londres a Nueva York, donde Keith Harwood y Eddie Kramer se iban a encargar de seleccionar el mejor material y hacer la mezcla, con lo cual al final no se pudo usar para “Love You Live” nada de lo grabado en Knebworth. Una lástima, pues fue una actuación inolvidable. En todos los sentidos, histórica.

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