Salud y Kombucha

Para ser sincero, conozco desde hace relativamente poco la kombucha. Desde que mi vida personal y laboral está ligada a la alimentación saludable he ido descubriendo ingredientes variopintos que serían dignos de crear escepticismo al bando más tradicional que me rodea. 

- “Bueno ca...llo bueno, cousa de chinos” …recuerdo oír de gente con el pelo plateado. Pues sí, es cosa de chinos. Bueno, de chinos, de japoneses o de rusos. Pero las primeras referencias que se tienen de este mágico ingrediente son de los años 200 a.C. de las dinastías chinas. 

Cuentan los manuscritos que seis siglos más tarde, el medico Kombu trato los problemas digestivos de un emperador con el hongo del té y gracias a las rutas del comercio llegó a la rusa oriental. A nuestras tierras tardó un poco más en acercarse, pero lo ha hecho con pie firme y cuenta con muchísimos adeptos.

El verdadero culpable de que esta bebida sea un elixir de beneficios es el conocido SCOBY, una colonia simbiótica de bacterias y levaduras, la cual es la encargada del proceso de fermentación al mezclarla con té, agua y azúcar de caña. Al ser un fermentado se convierte en un alimento probiótico con microorganismos vivos, buenos para nuestro aparato digestivo al equilibrar la flora intestinal, desintoxicando nuestro cuerpo y reforzando así nuestro sistema inmunológico. Es muy rica en antioxidantes y fuente de vitaminas del grupo B, C, D, E y K y minerales como el hierro y el cinc.  Regula también los niveles de colesterol. Tiene un efecto inmediato como diurético, desintoxicador hepático y normalizador de la presión arterial. 

Por si fueran pocos sus beneficios, también ayuda a reducir el estrés, la ansiedad, los dolores de cabeza e incluso alguna sintomatología menopáusica. 

Es una bebida refrescante, con un sabor ácido gracias a la fermentación láctica en la que se generan diferentes tipos de ácidos (lácticos, tartáricos, málicos y cítricos). Tiene pequeñas cantidades de cafeína por la utilización de diferentes tés y también se producen pequeñas cantidades de alcohol. El azúcar que se le añade es prácticamente consumido en la fermentación del producto. 

Para mí, es una bebida que sustituye sin ningún problema a los refrescos, ya que tiene diminutas burbujas de gas, además de que se le suelen añadir pequeños porcentajes de frutas, flores y otros ingredientes para dar toques muy especiales y diferentes. También debemos tomarlo con moderación (siempre que no haya contraindicaciones) porque es un fermentado y puede provocar exceso de ácidos en el intestino. 

No es un producto milagroso y si es un producto para incluir en nuestra alimentación y así buscar un equilibrio entre todas las opciones saludables que tenemos a nuestro alrededor. Tengo la experiencia personal de tomarlo periódicamente y notar, con toda seguridad, el bienestar en mi cuerpo. Ahora, un dia me tomo yogur, otro kéfir y otro le mando una kombucha. Puedo beber agua, agua con frutas y, en vez de tomarme un refresco o una caña (que a veces también lo hago), pues le mando una kombucha. En la variedad está el gusto…y si es saludable, pues eso que os lleváis. Salud. 

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