Segura de su voz y 'tan activa', a pesar del ictus que sufrió en octubre, que tiene 'la agenda llena', Montserrat Caballé cumplió ayer 80 años, presente como lo ha estado desde el día en el que se convirtió en 'La Soberbia'.

'La Soberbia' cumple 80 años

La soprano catalana Montserrat Caballé, en uno de sus últimos conciertos.
En un tiempo en el que no existía internet, ni YouTube o las redes sociales, las proezas vocales de la que muchos consideran la última soprano absoluta por la pureza y ductilidad de su voz traspasaron fronteras al lado de sus 'mosqueteros', es decir, Lucciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras.
Dotada de un instinto musical infalible, sus millones de fans pronto le pusieron el sobrenombre de 'La Soberbia', por grandiosa, no por altiva, porque su afabilidad y buen humor han sido 'marca de la casa'. Aunque sus actuaciones en España han descendido en la última década, no ha parado de trabajar fuera. De hecho, fue de gira -en Rusia-, donde el pasado mes de octubre tuvo el ictus leve que le provocó una caída por la que se fracturó el húmero, una lesión de la que fue intervenida en Barcelona y de la que le dieron el alta en noviembre para seguir la recuperación en su domicilio.

La rehabilitación obligó a cancelar todos sus compromisos profesionales pero tiene previsto retomarlos el próximo 30 de abril, con una actuación en Viena, a la que seguirá otra, el 5 de mayo, en Nuremberg, y luego el 25 en el Palacio de Festivales de Santander, y el 28 en el Teatro Arriaga de Bilbao.

Lo cierto es que Caballé, 182 personajes en 51 años de carrera, da 'cientos' de conciertos cada año por el mundo, pero para volver a Madrid tuvo que esperar 8 años, hasta el pasado 9 de junio, cuando cantó junto a su hija, Montserrat Martí, en el Madrid Arena. 'Si no he venido -a Madrid- es porque no me han necesitado', dijo entonces.

Maria de Montserrat Viviana Concepción Caballé i Folc (Barcelona, 12 de abril de 1933) es dueña de un repertorio de 42 óperas, 7 oratorios y 5.000 'lieder, pero con lo que batió todos los récords fue con 'Barcelona', al lado de Freddie Mercury y, de hecho, cada vez que actúa en Japón la anuncian con el cartel de Barcelona 92.

Su discográfica, Sony Classical, ha decidido celebrar sus 80 años de vida lanzando una caja con 6 CD, 'The Diva', con lo más importante de su carrera, de Rossini a Wagner, además de fragmentos de zarzuela, temas de su último disco, 'Encores, Hits & Evergreens', y, por supuesto, 'Barcelona'.

La artista, que se graduó en el Conservatorio del Liceo en 1954, debutó en Basilea en 1956 como Mimi, de 'La bohème', de Puccini. Después llegó el Liceo, en 1962, con 'Arabella', de Strauss y gracias a una indisposición de Marilyn Horne pudo presentarse, en 1965, en el Carnegie Hall de Nueva York con 'Lucrecia Borgia', de Donizetti. Vinieron entonces el Metropolitan Opera House, que enloqueció con su Margarita del 'Fausto', de Gounod; el Covent Garden, con 'La traviata'; o la Ópera de San Francisco con 'Turandot', junto a Pavarotti, con el que hizo su última aparición el 22 de enero de 1988 en el Metropolitan.

'Mucha gente me ha preguntado '¿cuántos años hace que dejó la carrera?' y yo contesto, 'mire usted, de vez en cuando me sale un bolo'', bromeaba el año pasado en Madrid, recién llegada de Siberia y con un agenda llena hasta 2016.

Ya no canta la Violeta de 'La traviata' porque no tiene la voz de antes y 'lo haría mal', y que se diga de ella que es 'una diva' le parece 'absurdo e idiota'. Para 'tocar con los pies en el suelo' revela que la respiración diafragmática sale 'del mismo sitio' que se pone en movimiento 'cuando se va al baño o uno se va a la cama con alguien', 'y eso lo sabe hacer cualquiera', resume modesta.

Te puede interesar