El consumo de orujo el año pasado subió el 8,3 por ciento hasta los 10 millones de litros, lo que supone todo un espaldarazo a esta bebida en un contexto de bajada generalizada de la ingesta de alcohol y que en 2008 se situó en el 3 por ciento de media.
Así se pone de manifiesto en el estudio, encargado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Geográfica Protegida Orujo de Galicia, presentado en Madrid.
El presidente del Consejo Regulador, Evaristo Rodríguez, ha indicado que este incremento supone una oportunidad para este producto que los consumidores identifican con Galicia y con su buena capacidad digestiva.
Sin embargo, ha admitido que en este momento el orujo está en un punto de inflexión, ya que gran parte de este destilado se toma sin atender a marca ni contra-etiqueta de la DOGP, puesto que son muchos los consumidores que asocian este producto con algo casero, que no necesita tener marca.
De hecho, según el estudio, el 46 por ciento de los consumidores apuestan por el destilado casero y un 43 por ciento de ellos aceptan los que les sirva el camarero.
Rodríguez ha querido recalcar que el orujo casero ha desaparecido y que lo que se vende como tal es destilado a granel, algo que en otro tipo de bebidas es increíble, ya que a nadie se le ocurre pedir un whisky o un ron a granel, sino una marca en concreto.
Este es de hecho el gran reto para el sector, cuya facturación alcanza los 270 millones de euros, de los que el 69,4 por ciento proceden del canal hostelero y el resto del canal alimentación en el hogar.
En el último año, el volumen de aguardiente acogido a la DOGP ha crecido hasta los 340.346 litros, lo que representa un incremento del 31,32 por ciento con respecto al año anterior.
Por ello, Rodríguez ha avanzado que es el momento de dar a conocer las ventajas de este producto avalado por la DOGP entre los consumidores, ya que se ha conseguido alcanzar entre los 75 elaboradores controlados una gran calidad.
Aromas afrutados, con tonos cítricos, florales y herbáceos, son las principales características de cata de los orujos blancos gallegos avalados por esta Denominación, según indica Sandra Cortés, miembro de su panel de cata.
Cortés asegura que los orujos punzantes por el grado alcohólico han dado paso en los últimos años a bebidas más delicadas con el alcohol integrado, que permiten expresar las notas de las variedades de la uva de la que proceden los bagazos con los que se elabora el destilado.
Ha recordado que los orujos blancos han de ser completamente transparentes, sin ninguna partícula en suspensión, y que su temperatura de servicio adecuada está en los diez grados, ya que más frío pierde todas sus notas de cata.
Además, la DOGP ha apostado por otros licores como la crema de orujo o el licor de café, que ha encontrado un segmento de consumidores del género femenino bastante pronunciado en los que también se trabaja con destilados de calidad y con la integración de los aromas de las hierbas o el café de tueste natural.
No obstante, y pese a que el 59 por ciento de los consumidores degustan esta bebida después de la comida, la DOGP apuesta también en su uso para la elaboración de cócteles, como el orujo sour, con zumo de limón y azúcar.
El presidente del Consejo Regulador, Evaristo Rodríguez, ha indicado que este incremento supone una oportunidad para este producto que los consumidores identifican con Galicia y con su buena capacidad digestiva.
Sin embargo, ha admitido que en este momento el orujo está en un punto de inflexión, ya que gran parte de este destilado se toma sin atender a marca ni contra-etiqueta de la DOGP, puesto que son muchos los consumidores que asocian este producto con algo casero, que no necesita tener marca.
De hecho, según el estudio, el 46 por ciento de los consumidores apuestan por el destilado casero y un 43 por ciento de ellos aceptan los que les sirva el camarero.
Rodríguez ha querido recalcar que el orujo casero ha desaparecido y que lo que se vende como tal es destilado a granel, algo que en otro tipo de bebidas es increíble, ya que a nadie se le ocurre pedir un whisky o un ron a granel, sino una marca en concreto.
Este es de hecho el gran reto para el sector, cuya facturación alcanza los 270 millones de euros, de los que el 69,4 por ciento proceden del canal hostelero y el resto del canal alimentación en el hogar.
En el último año, el volumen de aguardiente acogido a la DOGP ha crecido hasta los 340.346 litros, lo que representa un incremento del 31,32 por ciento con respecto al año anterior.
Por ello, Rodríguez ha avanzado que es el momento de dar a conocer las ventajas de este producto avalado por la DOGP entre los consumidores, ya que se ha conseguido alcanzar entre los 75 elaboradores controlados una gran calidad.
Aromas afrutados, con tonos cítricos, florales y herbáceos, son las principales características de cata de los orujos blancos gallegos avalados por esta Denominación, según indica Sandra Cortés, miembro de su panel de cata.
Cortés asegura que los orujos punzantes por el grado alcohólico han dado paso en los últimos años a bebidas más delicadas con el alcohol integrado, que permiten expresar las notas de las variedades de la uva de la que proceden los bagazos con los que se elabora el destilado.
Ha recordado que los orujos blancos han de ser completamente transparentes, sin ninguna partícula en suspensión, y que su temperatura de servicio adecuada está en los diez grados, ya que más frío pierde todas sus notas de cata.
Además, la DOGP ha apostado por otros licores como la crema de orujo o el licor de café, que ha encontrado un segmento de consumidores del género femenino bastante pronunciado en los que también se trabaja con destilados de calidad y con la integración de los aromas de las hierbas o el café de tueste natural.
No obstante, y pese a que el 59 por ciento de los consumidores degustan esta bebida después de la comida, la DOGP apuesta también en su uso para la elaboración de cócteles, como el orujo sour, con zumo de limón y azúcar.
