El Tribunal Supremo (TS) reconoció ayer en una nueva sentencia el derecho de los alumnos que lo pidan a recibir sus clases en castellano y catalán como lenguas vehiculares, aunque sin que la Generalitat tenga que reformar de forma global el sistema de inmersión lingüística en Cataluña. De este modo, el alto tribunal niega que deba generalizarse la escolarización en castellano.
La consellera de Educación, Irene Rigau, se mostró muy satisfecha con la resolución, pues en su opinión 'da la razón a la Generalitat, que defiende que el catalán sea la lengua vehicular' y, además, 'obligará a modificar su reforma educativa del ministro Wert', señaló.
El Supremo desestimó así el recurso de la asociación Convivencia Cívica Catalana, en representación de una familia que solicitaba la escolarización en castellano, contra un auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que avaló el modelo de inmersión lingüística, pero garantizando la escolarización individual de los alumnos.
El Supremo desestimó así el recurso de la asociación Convivencia Cívica Catalana, en representación de una familia que solicitaba la escolarización en castellano, contra un auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que avaló el modelo de inmersión lingüística, pero garantizando la escolarización individual de los alumnos.
