La digitalización ayuda a la propia empresa a seguir el ritmo de las demandas y a anticiparse
A pesar de encontrarnos en una situación llena de incertidumbre, las previsiones para el sector tecnológico son sorprendentemente buenas, con registros que nunca antes se habían alcanzado. Una muestra clara de ello son los últimos datos publicados por la consultora Gartner en los que se prevé que el gasto mundial en TI alcance los 4,6 billones de dólares en 2023, un 5,1% más que en 2022.
Las cifras de Gartner afirman que el gasto en sistemas de centros de datos, por ejemplo, alcanzará los 216.300 millones de dólares en 2023, un 10,4% más que este año. El gasto en servicios de TI alcanzará los 1,36 billones de dólares en 2023, un 4,2% más, y el software, que incluye el gasto en servicios en la nube, aumentará un 8% hasta alcanzar los 879.300 millones de dólares en 2023.
La digitalización es evidente y ha sido la encargada de empujar a las empresas a abrirse un hueco en la red. La transformación digital ayuda a la propia empresa a seguir el ritmo de las demandas, a no quedarse atrás y a anticiparse a posibles cambios. El consumidor nunca había sido tan exigente como hasta ahora por tanto, pasar a optimizar su experiencia es uno de los retos que buscan las empresas a través de la digitalización, sabemos qué le gusta y así le podemos ofrecer exactamente lo que desea.
Otro de los factores a destacar hablando de la digitalización de las empresas es el aumento de la productividad, gracias a la publicidad que se hace del producto los clientes pueden ver la manera en la que avanzamos o el volumen con el que contamos, tanto es así que mejoramos su propia experiencia y el contacto directo del consumidor con nuestra marca.
La tecnología ha pasado a ser vista como la aliada perfecta para mejorar los negocios. La inversión en tecnología no hace más que aumentar. Según Gartner, los CEOs y los financieros de las empresas hablan de un gasto en TI más orientado al negocio, con el fin de digitalizarlo y adaptar sus modelos de negocio y sus productos.
Un ejemplo claro de esto y a raíz del incremento del cibercrimen es la apuesta de las empresas por un aumento en la inversión en ciberseguridad con el fin de evitar problemas y resultados desagradables para cualquier usuario. Los datos de inversión en ciberseguridad de las empresas muestran un récord en el año 2022, con un máximo histórico de 172.500 millones de dólares, según las previsiones de Gartner.
La conectividad a Internet también bate récord, con un 62,5% de la población mundial, 3 puntos más que hace solo un año y casi el doble de los datos de hace una década. Los usuarios de redes sociales activos también alcanzan su cifra más alta, con 4.620 millones de personas este año, lo que casi triplica la cifra de usuarios de hace 10 años.
Todos estos datos son el claro reflejo de la situación privilegiada en la que se encuentra el sector tecnológico, uno de los sectores más beneficiados de la pandemia, lo que hizo que la mayor parte de las empresas apostaran por la tecnología; no había opción, se ha convertido en un elemento imprescindible para que un negocio sobreviva.
La digitalización de los negocios no es ninguna tontería, saber adaptarse al medio que nos rodea es imprescindible para conseguir una mayor visibilidad. El futuro es incierto, pero algo que sí se sabe es la importancia que tiene y tendrá en los próximos años este sector, quienes lo pierdan de vista puede que se pierdan por el camino.
