La monja afirma en su libro 'Sin miedo' que 'son rehenes del poder económico que los financia'

Teresa Forcades: 'Los partidos no funcionan con democracia'

La monja Teresa Forcades. (Foto: ANDREU DALMAU)
La monja, teóloga y doctora en Medicina Teresa Forcades propone la supresión de los partidos políticos o al menos su 'modificación radical' porque, en su opinión, no funcionan democráticamente y son rehenes del poder económico que los financia, por lo que no pueden tutelar una democracia real. Forcades, que acaba de publicar el libro 'Sin miedo', escrito junto con la experta en movimientos sociales Esther Vivas, afirma que 'los partidos tienen una manera de funcionar que es contraria a lo que llamamos la democracia de calidad o democracia real o simplemente la democracia'.
En el libro 'Sin miedo', publicado por Icaria Editorial, editado en castellano y catalán y que se situó en cinco semanas como el más vendido de no ficción en catalán, Forcades y Vivas analizan los efectos de la crisis y defienden la incompatibilidad entre capitalismo y democracia, justicia y libertad.

Forcades, impulsora junto al economista y presidente de Justicia i Pau, Arcadi Oliveres, de la plataforma 'Procés Constituent' que impulsa una candidatura alternativa para las elecciones autonómicas, subraya que 'para cambiar las cosas hay que perder el miedo' y desobedecer leyes y políticas injustas.

Según Forcades, la financiación de los partidos necesita 'cantidades tan importantes que se tienen que relacionar con intereses del gran capital y esto es una servidumbre política cuando tienen que tomar luego decisiones con la libertad democrática necesaria, tanto si están en el gobierno y tiene responsabilidades ejecutivas como si están en la oposición'.

La religiosa también critica lo que ha llamado 'puertas giratorias', es decir, los políticos que provienen o van al sector privado en los mismos sectores en los que han hecho gestión pública.


DEMOCRACIA INTERNA

Para Forcades, los partidos políticos también suspenden en 'democracia interna'. '¿Cómo podemos confiar en las instituciones que en teoría velan y articulan la democracia, si los partidos no tienen un funcionamiento democrático interno en su propio seno?', se pregunta la teóloga.

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