Una vecina de Benidorm recibirá el doble del primer premio del último sorteo de la Lotería Nacional, 120.000 euros, 'gracias' a un habilidoso carterista, ya que compró un segundo boleto con el mismo número al que se sumará el robado, después de que el ladrón haya sido detenido. Según la Policía Nacional y el lotero que repartió el número, esta rocambolesca historia se inició hace justo una semana cuando a la mujer le hurtaron la cartera. Dentro llevaba un décimo del '02415', número que juega semanalmente la parroquia benidormí de Nuestra Señora de la Almudena.
Al percatarse de que le habían robado 'su' número, el viernes acudió a la Comisaría de la Policía Nacional para presentar denuncia y después se dirigió al despacho que suministra habitualmente a la parroquia para conseguir otro boleto con los mismos dígitos. Allí el lotero le informó de que la parroquia había devuelto ocho décimos, de los que se llevó uno.
El sorteo se celebró el sábado y el primer premio recayó en el citado '02415', con 60.000 euros por décimo y que dejó entre los feligreses y familias de los cursos de comunión 8.940.000 euros. Entonces, la familia de esta mujer decidió tratar de localizar el décimo robado para ampliar la denuncia y bloquear el posible cobro, y contactó con la mayoría de los afortunados para tratar de averiguar qué serie y fracción correspondían al del carterista. Con este fin, uno de sus hijos acudió a la administración y mientras hablaba del asunto con el lotero se acercó un joven para comprobar su boleto. Resultó ser el ladrón, que intentaba cobrar el premio. Llamaron a la Policía y lo detuvo. 'De las 4.000 administraciones de loterías de España vino a la única que no tenía que venir', relató el lotero.
El sorteo se celebró el sábado y el primer premio recayó en el citado '02415', con 60.000 euros por décimo y que dejó entre los feligreses y familias de los cursos de comunión 8.940.000 euros. Entonces, la familia de esta mujer decidió tratar de localizar el décimo robado para ampliar la denuncia y bloquear el posible cobro, y contactó con la mayoría de los afortunados para tratar de averiguar qué serie y fracción correspondían al del carterista. Con este fin, uno de sus hijos acudió a la administración y mientras hablaba del asunto con el lotero se acercó un joven para comprobar su boleto. Resultó ser el ladrón, que intentaba cobrar el premio. Llamaron a la Policía y lo detuvo. 'De las 4.000 administraciones de loterías de España vino a la única que no tenía que venir', relató el lotero.
