Por la peluquería santiaguesa de José Manuel Touriño pasaron Fraga, González Laxe, Touriño o Fernández Albor, todos ellos presidentes de la Xunta en algún momento pero no el actual titular del gobierno gallego, el único que de momento se resi

Touriño lado, peluquero de casi todos los presidentes

José Manuel Touriño, en su peluquería. (Foto: LAVANDEIRA JR)
José Manuel Touriño Lado podría presumir de ser el 'peluquero de la Xunta' si le gustasen los títulos. Ha peinado al fallecido Manuel Fraga, a Fernando González Laxe y también a Emilio Pérez Touriño y a Xerardo Fernández Albor, expresidentes de la Xunta y todavía clientes suyos.
El actual jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, se le resiste. Hasta la fecha no entró en este negocio asentado desde el año 1923 en la capital gallega, pero si en alguna ocasión lo hace será 'bien recibido', al igual que quienes lo precedieron en este cargo.

De la clase política observa que la presidencia 'es terrorífica' para la pelambrera. 'El que más y el que menos' llega con una buena 'mata' a San Caetano 'y cuando te das cuenta, a media legislatura... la densidad...', opina preocupado por la salud capilar del gremio. Supone que el estrés es 'bastante fuerte' por lo que, en lo que a pelos se refiere, mejor estar en la oposición, y basta ver, dice, al portavoz parlamentario de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Xosé Manuel Beiras, al que no conoce personalmente pero del que cuenta que 'genéticamente está a tope'.

¿Touriño Lado es peluquero por vocación? 'Hombreeee... Soy peluquero genético', al igual que su abuelo, José Touriño Lago, y su padre, Ramón Touriño Painceira.

Hijos no tiene, así que cuando se jubile -cumple 65 años en diciembre pero espera retirarse antes- seguirá con el 'cotarro' su hermana Patricia, que está allí con él, si así lo quiere ella. Sobre las paredes del local, cuelgan fotos de los Touriño, pero no de José Manuel, que 'estoy aquí muy vivo y no la he palmado', espeta con ese sarcasmo tan suyo.

De Don Manuel, como solía llamar a Fraga, recuerda que la primera vez que se puso en sus manos, aún con buen resultado, 'tembló de carajo'. 'Imponía' y si había alboroto en 'Touriño Peluqueros' todos se callaban cuando el fundador del PP entraba. Él recuerda, en concreto, una tarde, minutos antes de las cuatro, la hora a la que Don Manuel, siempre 'muy rectilíneo', acostumbraba a cortarse el pelo. En la peluquería estaban todos muy dicharacheros pero tan pronto como el por aquel entonces presidente de la Xunta atravesó la puerta acristalada del establecimiento, el sonido y los murmullos fueron 'bajando y bajando' hasta que se quedó el establecimiento completamente 'sin sonido'. 'Hasta que marchó', apunta Touriño III, ya que cuando el dirigente atravesó la puerta para irse, se escuchó entre los clientes un alivio generalizado: 'Pufffff...'

¿Dejará Feijóo, quien sustituyó a Touriño en la Xunta, que este Touriño le tome el pelo? Si va, será 'bienvenido', como otro cualquiera. 'Adjetivar no', remarca este experto, que también detesta el 'turismo de calidad', y se pregunta: 'Si yo como una mariscada y pago con Visa, ¿soy entonces un turista de calidad?, y si como una hamburguesa y la abono con el dinero de la cartera, ¿entonces dime qué es lo que soy?'.

Una vez un amigo de José Manuel le dijo que cuando se entra a una peluquería no hay que preguntar quién es el jefe, sino quién peina al jefe. A José Manuel lo acicala su hermana, y él prepara a su mujer, María del Carmen, con la que está desde los 15 años, 'y de señora nada, es una chica, chica'.

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