DESCANSO

Cinco trucos para elegir la ropa de cama adecuada para nuestro descanso

El sueño, clave.

Por norma general, el ser humano se pasa un tercio de su vida durmiendo. Es importante, por tanto, que el lugar donde descansa sea el adecuado

Por norma general, el ser humano se pasa un tercio de su vida durmiendo. Es importante, por tanto, que el lugar donde descansa sea el adecuado. Un sitio donde poder desconectar de todo y de todos y recargar energía.

Lo primero en lo que debemos fijarnos es en el tamaño. Las sábanas concuerdan con el tamaño de la cama, pero si lo que necesitamos comprar es una funda nórdica, requerimos de una talla por encima para que ésta cuelgue por ambos lados. Lo mismo ocurrirá con las mantas o edredones. 

El segundo punto clave es la calidad. Hay que fijarse en el material con el que fueron elaboradas las prendas que necesitamos. A tener en cuenta es que sea resistente, de fácil lavado y antipeeling. Una apuesta segura es el algodón 100% para las sábanas. En el caso de preferir las de mezcla (poliéster y algodón) tampoco serán una mala elección puesto que se arrugan menos y eso las hace muy prácticas. 

En tercer lugar, conviene elegir la ropa de cama de acuerdo a la estación del año. Ahora que llega el invierno, lo que más apetece al meterse en la cama es estar calentito. Una de las mejores opciones en cuanto a tejidos es la franela, ya que mantiene la temperatura. Por contra, en lugares cálidos (o para cuando vuelva el verano) un buen consejo es hacerse con sábanas de raso. 

El cuarto tip tiene que ver con la salud. Cada vez a más gente se le diagnostican diferentes alergias (hay muchas personas que han encontrado que su descanso no era el idóneo, precisamente, por los ácaros). Hoy en día encontramos en el mercado protectores y fundas de colchón antialérgicas para que nada perturbe el descanso. 

Y, por último, aunque no por ello menos importante, la nota de color. Está claro que aquí los gustos tendrán mucho que ver. Lo cierto es que, según la colorterapia, colores fuertes (como el rojo o el naranja) nos activan (lo contrario de lo que se busca a la hora de dormir). Por esto, puede ser recomendable optar por colores más suaves, como los que tienen tono pastel que, además, aportan sensación de amplitud.

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