El centro de investigación AtlantTIC, de la Universidad de Vigo, colabora con la Agencia Espacial Europea en diferentes proyectos, entre ellos uno para dar cobertura a usuarios en barcos en alta mar o en aviones y trenes.

Vigo se pone en órbita

Carlos Mosquera, durante una presentación del proyecto.
Carlos Mosquera, investigador de AtlanTIC, explicó ayer que el objetivo del últimop de sus proyectos es en concreto mejorar las prestaciones de un servicio que ya ofrecen, entre otros, la operadora británica Inmarsat, pues las velocidades de transmisión de datos son en estos momentos 'bastante pobres', y por tanto el margen de mejora es 'grande'.
La aportación de los investigadores vigueses consiste en este caso en la reconfiguración de los transmisores de señal en tierra para que en un mismo periodo de tiempo puedan emitir mayor cantidad de información. Se trataría de implantar 'esquemas inteligentes' de retransmisión de datos que tengan en cuenta diferentes variables como el tipo de vehículo del que se trate y de la velocidad a la que éste se desplace, porque de ello dependerá, por ejemplo, cómo evoluciona la calidad del canal.

Otra línea de investigación en la que participa Carlos Mosquera en colaboración con el Centro Gallego de Telecomunicaciones (Gradiant) es el proyecto europeo BATS, cuyo objetivo es hacer más accesible la conexión a internet vía satélite y en el que intervienen otros socios gallegos como las empresas R y Optare Solutions.

Galicia, junto con algunas zonas remotas de Alemania, será en 2015 el banco de pruebas, ya que la operadora R habilitará conexión a internet por satélite a un grupo seleccionado de clientes en entornos rurales sin instalación de cable y con una cobertura escasa o nula de ADSL.

La aportación de los investigadores gallegos será analizar el impacto de la lluvia en la calidad de recepción de la señal procedente del satélite, habida cuenta de que se usan 'frecuencias muy altas', detalla Mosquera. El investigador explica que para paliar el efecto interferencia de la lluvia a veces se duplican las estaciones de emisión de señal en tierra, pero los costes se disparan.

La solución en la que se trabaja en el marco del proyecto BATS es la instalación en los hogares de nuevos equipos receptores 'inteligentes', capaces de elegir en cada momento si usar una conexión por satélite, un módem 3G o por ADSL, o bien repartir el tráfico de datos entre varias redes de forma simultánea.

El proyecto BATS busca, tal y como establece la Agenda Digital Europea, que en 2020 todos los ciudadanos de Europa tengan un acceso mínimo a internet de 30 megabits por segundo, incluso quienes residan en zonas aisladas.

Un objetivo que a Mosquera se le antoja 'harto difícil' aun incluso con la combinación de tecnologías, pero sí cree que BATS contribuirá a recortar la 'diferencia abismal' que en estos momentos existe en las posibilidades de conexión entre las grandes ciudades y las zonas suburbanas y el rural.

Además de los citados proyectos en marcha, AtlantTIC presentó la semana pasada en Pacific Grove, California, dos publicaciones sobre otra colaboración con la ESA sobre ondas de nueva generación para la mejora de la eficiencia espectral, y el 9 de diciembre hará lo propio en una conferencia de la sociedad de comunicaciones IEEE en Atlanta.

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