Los aspirantes a ‘mandarines’ usan la tecnología para hacer trampas en los exámenes

Los aspirantes a convertirse en funcionarios públicos, una prueba heredada de la tradición china de los ‘mandarines’ -burócratas del imperiousan la alta tecnología para hacer trampas en el examen de acceso, informó hoy la prensa local china.
La Administración Estatal de Funcionarios informó de que más de 1.000 aspirantes al último examen fueron sancionados por intentar atajar mediante artimañas tecnológicas su acceso al funcionariado del Gobierno Central.

Según esta fuente, la mayoría de los cambiazos no consisten ya en papelitos ocultos para ser consultados disimuladamente durante el examen, sino en transmisores inalámbricos cuidadosamente camuflados.

Incluso algunos de los examinados llegaron al extremo de introducirse diminutos auriculares en los oídos para recibir la emisión de radio de sus ‘cómplices’ desde fuera de la sala.

Más de 300 aspirantes a mandarines fueron pillados ‘in fraganti’ en el momento de realizar el examen, el pasado 30 de noviembre, mientras que los otros 700 fueron interceptados después de que se descubriera que las respuestas de sus exámenes tenían demasiado en común.

La mayoría de los que utilizaron ‘acordeones’ tecnológicas procedían de la provincia nororiental de Liaoning y de la capital china, Pekín.

La sanción consistirá en la descalificación del resultado de sus pruebas y, en los casos más graves, la prohibición de volver a presentarse a un examen de funcionario, tanto en el gobierno central como en los locales, durante cinco años.

A las pruebas de noviembre se presentaron 775.000 personas para cubrir 13.500 plazas de funcionario, lo que significa una media de 57 aspirantes compitiendo por un puesto de trabajo.

En el caso más extremo, una oferta en la Federación de Personas Discapacitadas de China fue solicitada por 4.700.

Los exámenes nacionales en China son, en consecuencia, altamente competitivos, y las oportunidades para aprobar muy escasas, por lo que los menos calificados tienden a hacer trampas.

Para ellos, el Gobierno ha creado una ‘lista negra’, una base de datos que contiene información de los que fueron pillados mintiendo en los exámenes funcionariales.

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