Las autoridades chinas informaron de la desarticulación de seis grandes redes de apuestas ilegales en internet, que habrían generado 50.000 millones de yuanes (7.310 millones de dólares o 5.270 millones de euros) en los últimos cinco años.
Según informó la agencia oficial Xinhua, la operación, en la que la policía ha trabajando durante más de un año, culminó con la detención de más de 50 personas, 27 de las cuales ya han sido condenadas a penas de cárcel.
Hallamos que decenas de miles de personas de toda China participaron en apuestas desarrolladas por seis organizaciones distintas entre 2004 y 2009. La mayoría de las apuestas se habían trasladado a casas internacionales a través de dinero negro, explicó Gong Dao'an, jefe del Buró de Seguridad Pública de Xianning, en la provincia central de Hubei.
Las páginas ofrecían la posibilidad de apostar en deportes como el fútbol, las carreras de caballos y en juegos de cartas.
Las apuestas con dinero están prohibidas por el Gobierno en todo el país, exceptuando la región administrativa de Macao, meca de los casinos, a la que viajan muchos ciudadanos del país para apostar.
Las autoridades aseguraron que el caso sigue abierto y que ahora se investigará el destino y las conexiones internacionales del dinero enviado al extranjero.
Los sitios web eran operados por miembros de las organizaciones desarticuladas. Para funcionar usaban servidores en Estados Unidos, Singapur y Corea del Sur y desarrollaban sus operaciones en China, agregó Gong.
Según el relato oficial, el líder de una de las bandas, identificado como Liu Qingli, se entregó a la policía y confesó la existencia de la red de apuestas, que implicaba a 18 personas en el extranjero y a 125 en China.
Hallamos que decenas de miles de personas de toda China participaron en apuestas desarrolladas por seis organizaciones distintas entre 2004 y 2009. La mayoría de las apuestas se habían trasladado a casas internacionales a través de dinero negro, explicó Gong Dao'an, jefe del Buró de Seguridad Pública de Xianning, en la provincia central de Hubei.
Las páginas ofrecían la posibilidad de apostar en deportes como el fútbol, las carreras de caballos y en juegos de cartas.
Las apuestas con dinero están prohibidas por el Gobierno en todo el país, exceptuando la región administrativa de Macao, meca de los casinos, a la que viajan muchos ciudadanos del país para apostar.
Las autoridades aseguraron que el caso sigue abierto y que ahora se investigará el destino y las conexiones internacionales del dinero enviado al extranjero.
Los sitios web eran operados por miembros de las organizaciones desarticuladas. Para funcionar usaban servidores en Estados Unidos, Singapur y Corea del Sur y desarrollaban sus operaciones en China, agregó Gong.
Según el relato oficial, el líder de una de las bandas, identificado como Liu Qingli, se entregó a la policía y confesó la existencia de la red de apuestas, que implicaba a 18 personas en el extranjero y a 125 en China.
