¿Dónde se puede usar un dron y dónde no?

En el mercado existen todo tipo de drones para uso recreativo.
photo_camera En el mercado existen todo tipo de drones para uso recreativo.
El uso de drones se ha popularizado entre los usuarios de las redes sociales por la capacidad de estos aparatos para realizar videos y fotografías aéreas de gran calidad y su bajo precio.

Los drones son uno de los dispositivos digitales de ocio más populares en los últimos años, y su uso no profesional se ha extendido a aspectos tan diferentes como la obtención de fotografías aéreas o  la creación de espectaculares videos para internet.

El uso  recreativo de los drones debe cumplir unas normas básicas por parte de los usuarios. En primer lugar, no se pueden utilizar drones en un espacio aéreo controlado (aeropuertos y alrededores o interferir en zonas de vuelo habituales (como helipuertos).

Tampoco está permitido el uso de drones en aquellos lugares donde se realicen deportes como el paracaidismo, el parapente, la delta o el vuelo de ultraligeros, salvo en las zonas marcadas como compatibles con la actividad de operadores de aeronaves pilotadas por control remoto.

Una norma básica es que no se pueden volar drones sin permiso expreso en zonas residenciales. Los usuarios deben tener en cuenta que es ilícito utilizar estos dispositivos sobre edificios o personas, salvo si el dispositivo pesa menos de 250 gramos, la altura de vuelo no superará los 20 metros y el uso es generalista y con fines recreativos.

El tamaño de los drones también es una limitación para su uso en algunas circunstancias, ya que un dron que pese más de dos kilogramos no podrá utilizarse de noche y su vuelo nunca puede superar los 50 metros de altura. Además, los drones no pueden volar con niebla excesiva, lluvia o vientos fuertes o lluvia.

Los pilotos de drones siempre deben mantener contacto visual con el dispositivo y la altura máxima debe ser inferior a 120 metros. 

No puede exigirse a ninguna persona que saque una licencia como piloto de dron si su actividad es de ocio, aunque los dueños de los dispositivos serán responsables de cualquier daño ocasionado y deberán cumplir con la Ley de Protección de Datos y respetar siempre el derecho al honor, la intimidad y a la imagen.

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