La Xunta, varias empresas del sector de los materiales, así como centros tecnológicos de la comunidad y grupos universitarios, crearon una plataforma específica para potenciar el I+D+i en este ámbito y que, bajo la denominación MPF 2020, tiene el objetivo de mejorar la competitividad en sectores estratégicos gallegos como pueden ser la automoción, la construcción naval o el textil.
El director xeral de I+D+i, Salustiano Mato, y el presidente de la MPF 2020, Pedro Merino, presentaron hoy en Vigo esta iniciativa, una de las nueve primeras plataformas impulsadas desde la Consellería de Innovación, realizó como primer trabajo una Agenda Estratégica de Investigación que señala las principales prioridades del sector con vistas a los próximos 15 o 20 años.
La plataforma comenzó su actividad con 18 socios del entorno industrial, como es el caso de Dayco, Factorías Vulcano, Cerdevall España, Dinak y Ferroatlántica o cinco iniciativas del entorno tecnológico como la Asociación de Investigación Metalúrgica del Noroeste (Aimen), el Instituto de Cerámica de Galicia, CIS Galicia, el Laboratorio de Aplicaciones Industriales del Láser y el Laboratorio Oficial Metrología.
Además, también forman parte otros cuatro grupos de ámbito universitario (ENCOMAT y los de investigación de polímeros, de investigación de ciencia e ingeniería de los materiales y el integrado de ingeniaría), así como la consellería.
Salustiano Mato destacó el importante papel de las pymes, que suponen el 99 por ciento de las iniciativas del sector de materiales, y explicó que mediante la colaboración de la iniciativa privada, la plataforma ayudará a diseñar 'políticas de I+D+i en colaboración con la Xunta porque el sector también debe definir hacia dónde se debe ir en innovación'.
Asimismo, abogó porque las empresas que forman parte de MPF 2020 creen 'alianzas' e incluso se asocien en UTES o consorcios al tiempo que destacó que la nueva estructura presentada hoy permitirá crear la 'masa crítica' necesaria para afrontar sus retos de futuro.
Por su parte, el presidente de la plataforma afirmó que la inclusión de grupos universitarios de investigación supone un 'salto cualitativo' e hizo un llamamiento a la integración de nuevas empresas puesto que 'no por ser las últimas son menos importantes'.
AGENDA.
La primera acción realizada por la plataforma consistió en la elaboración de una agenda en la que se indican áreas prioritarias de investigación como son los materiales o sus procesos de fabricación y destaca que ambas 'juegan un papel relevante en la competitividad industrial' con beneficios visibles a lo largo de toda la cadena, desde el punto de vista del productor hasta el del consumidor final.
La agenda, con un horizonte de actuación para 15 o 20 años, propone la aplicación del I+D para mejorar las propiedades y prestaciones de los materiales que existen actualmente así como para diseñar otros nuevos. También aboga por el estudio de soluciones en casos de desgaste, corrosión, envejecimiento, reciclaje y reutilización, entre otros.
En este sentido, a modo de ejemplo, se estima que las nuevas líneas de investigación podrán reducir las emisiones de dióxido de carbono en el transporte un 15 por ciento, puesto que se podrán fabricar productos más ligeros, con menor consumo y elevada resistencia.
En el caso de desgaste, se calcula que se puede llegar a reducir un 1 por ciento el coste de energía industrial que supone su acción mediante el uso de soluciones de rozamiento optimizadas, mientras que, al respecto de los costes originados por la corrosión, se prevé que se podrían reducir hasta un 70 por ciento con la incorporación de nuevos materiales.
La plataforma comenzó su actividad con 18 socios del entorno industrial, como es el caso de Dayco, Factorías Vulcano, Cerdevall España, Dinak y Ferroatlántica o cinco iniciativas del entorno tecnológico como la Asociación de Investigación Metalúrgica del Noroeste (Aimen), el Instituto de Cerámica de Galicia, CIS Galicia, el Laboratorio de Aplicaciones Industriales del Láser y el Laboratorio Oficial Metrología.
Además, también forman parte otros cuatro grupos de ámbito universitario (ENCOMAT y los de investigación de polímeros, de investigación de ciencia e ingeniería de los materiales y el integrado de ingeniaría), así como la consellería.
Salustiano Mato destacó el importante papel de las pymes, que suponen el 99 por ciento de las iniciativas del sector de materiales, y explicó que mediante la colaboración de la iniciativa privada, la plataforma ayudará a diseñar 'políticas de I+D+i en colaboración con la Xunta porque el sector también debe definir hacia dónde se debe ir en innovación'.
Asimismo, abogó porque las empresas que forman parte de MPF 2020 creen 'alianzas' e incluso se asocien en UTES o consorcios al tiempo que destacó que la nueva estructura presentada hoy permitirá crear la 'masa crítica' necesaria para afrontar sus retos de futuro.
Por su parte, el presidente de la plataforma afirmó que la inclusión de grupos universitarios de investigación supone un 'salto cualitativo' e hizo un llamamiento a la integración de nuevas empresas puesto que 'no por ser las últimas son menos importantes'.
AGENDA.
La primera acción realizada por la plataforma consistió en la elaboración de una agenda en la que se indican áreas prioritarias de investigación como son los materiales o sus procesos de fabricación y destaca que ambas 'juegan un papel relevante en la competitividad industrial' con beneficios visibles a lo largo de toda la cadena, desde el punto de vista del productor hasta el del consumidor final.
La agenda, con un horizonte de actuación para 15 o 20 años, propone la aplicación del I+D para mejorar las propiedades y prestaciones de los materiales que existen actualmente así como para diseñar otros nuevos. También aboga por el estudio de soluciones en casos de desgaste, corrosión, envejecimiento, reciclaje y reutilización, entre otros.
En este sentido, a modo de ejemplo, se estima que las nuevas líneas de investigación podrán reducir las emisiones de dióxido de carbono en el transporte un 15 por ciento, puesto que se podrán fabricar productos más ligeros, con menor consumo y elevada resistencia.
En el caso de desgaste, se calcula que se puede llegar a reducir un 1 por ciento el coste de energía industrial que supone su acción mediante el uso de soluciones de rozamiento optimizadas, mientras que, al respecto de los costes originados por la corrosión, se prevé que se podrían reducir hasta un 70 por ciento con la incorporación de nuevos materiales.
