El proyecto transfronterizo Risc Miño-Limia, a través del que científicos del Campus de Ourense desarrollaron un sistema de alerta temprana de inundaciones, llega a su fin con un balance “moi positivo”. Así lo manifiestan desde el grupo de investigación Ephyslab Environmental Physics Laboratory (CIM-UVigo), que impulsó con socios lusos la mejora de la gestión frente a fenómenos extremos.
El proyecto, vinculado a la cuenca internacional Miño-Limia, se desarrolló durante cuatro años. Ayer, en reunión virtual, se celebró el cierre de la iniciativa, que nació para mejorar la capacidad de reacción frente a problemas relacionados con fenómenos extremos, especialmente las inundaciones y las sequías. El objetivo de los científicos era mitigar los efectos en la demarcación hidrográfica internacional de las cuencas de los ríos Miño y Limia, “tendo en conta a necesaria adaptación ao cambio climático”.
La creación del sistema de alerta temprana Miño Flood Alert System (Midas) fue el principal resultado de la iniciativa. “Trátase dun sistema que permite coñecer con horas de adianto o risco de inundación nas localidades máis poboadas e potencialmente en risco da conca Miño-Sil”, explica Moncho Gómez Gesteira, miembro del grupo y catedrático de Física da Terra de la UVigo. El sistema se ejecuta diariamente y está conectado a una interfaz gráfica que permite con un lenguaje sencillo y visual estimar el riesgo de inundación y la extensión de la zona inundada.
Otros resultados
La participación de la UVigo en el proyecto Risc Miño-Limia ha dado otros frutos interesantes. Bajo la coordinación del profesor Pedro Araújo elaboraron una cartografía más detallada de la cuenca, en colaboración con el Instituto Geográfico Nacional. “Analizouse o recurso de auga para o futuro en toda a demarcación internacional a través das predicións de máis de 30 modelos climáticos, co obxectivo de estudar o impacto do cambio climático nos recursos hídricos nesta zona”, explican los científicos. La conclusión de los trabajos es, en palabras de Gómez Gesteira, que “as precipitacións serán menores no futuro, ademais de máis irregulares, é dicir, haberá máis eventos de choivas intensas e de secas. Non só vai chover menos, senón de xeito diferente”.
Los fondos europeos financian este proyecto del campus ourensano, con un presupuesto de 2,3 millones. La Confederación Hidrográfica Miño-Sil lidera la iniciativa, asociados con su homóloga lusa ARH Norte, de la Agência Portuguesa do Ambiente; la Faculdade de Engenharia da Universidade do Porto y la UVigo a través de la especialización del Campus da Auga.
