Mario Rigau: "La respuesta social al caso Rubiales ha sido muy madura y muy positiva”

Mario Rigau, presidente del Observatorio de los Derechos Humanos de España, ofrecerá hoy a las 16,30 horas la conferencia inaugural del máster en Gestión Empresarial del Deporte del Campus de Ourense, dirigido por el profesor Patricio Sánchez. Rigau es responsable de un organismo que observa, identifica, documenta, evalúa y pone en valor todas aquellas iniciativas o acciones implementadas por empresas, organizaciones e instituciones en materia de derechos humanos. La ponencia, titulada “¿Conseguiremos un deporte campeón en derechos humanos?”, se ofrecerá en el salón de grados de la Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo. El acceso es gratuito. Le pregunto por el título de su ponencia: ¿Cree que conseguiremos que el deporte sea campeón en derechos humanos? Creo que el deporte, por su impacto social y global, es un agente transmisor de valores muy importante. En los últimos tiempos se está comprobando que juega un papel muy importante para romper barreras en el marco de los derechos humanos y para fortalecer determinadas estrategias y valores. Estamos todavía en la competición, el deporte todavía no es campeón en derechos humanos, pero estamos en ello. ¿Qué derechos faltan por respetar en el deporte actual? El deporte es una actividad transversal que abarca muchísimos derechos humanos. No destacaría ninguno. Lo que está claro es que la sociedad interpela permanentemente ya al mundo del deporte para que este tome cartas en defensa de esos valores humanos. En el contexto actual, no se habla de otra cosa que del caso Rubiales y el beso no consentido a una jugadora. ¿Qué le parece la respuesta social al caso? Creo que hay dos planos. El más evidente es la respuesta creo que muy madura y muy positiva de la opinión pública en relación con el hecho. Pienso que en nuestro país se están dando pasos agigantados, precisamente por la irrupción de las mujeres en el deporte a primer nivel. Esto le permite tener altavoces muy potentes. El segundo plano, que no sería tanto vinculado al papel de la mujer en la sociedad del presente y del futuro, sino a la situación de muchísimos estamentos deportivos que son anacrónicos y no viven los tiempos. Ese es otro de los problemas que ya no tiene tanto que ver con una cuestión de derechos humanos, sino de funcionalidad de organismos que rigen el deporte. Hay federaciones muy avanzadas en este sentido y pueden ser referentes a replicar y otras como la del fútbol que se ha evidenciado que es anacrónica y vive en el pasado. Más allá de la imagen dañada de la federación, ¿cree que hechos como este afectan al negocio del deporte? Que es el aspecto en el que se centra el máster ourensano. Una cosa es el deporte como práctica social y otra como industria. Ese es otro aspecto muy interesante. La industria deportiva, como cualquier industria, tiene impactos negativos y positivos. Está claro que donde se maneja mucho dinero, no siempre las actuaciones corporativas e individuales obedecen siempre a un marco de criterios y morales éticas adecuados. Lo hemos podido comprobar también en el caso que nos está ocupando. ¿En qué proyectos se centra el observatorio? Lo más inmediato es que estamos participando en el Congreso Iberoamericano de Derechos Humanos. Este viernes firmamos con la UVigo el primer acuerdo con una universidad, será el primero de unos cuantos que va a sucederse. ¿En qué va a consistir el convenio con la UVigo? Es un convenio marco. Como Observatorio de los Derechos Humanos tenemos un precepto establecido, que queremos trabajar desde un mínimo de estructura y trasladar aquellos proyectos que se puedan suscitar a terceros, preferentemente a universidades.