La obesidad es un problema de salud global que afecta a más de 670 millones de personas. Se trata de un factor de riesgo de muerte prematura que, según un estudio realizado por investigadores de las universidades de Vigo, Sydney y Noruega, podría compensarse con la actividad física regular. Publicado en la revista Mayo Clinic Proceedings, este estudio se basa en un análisis de los datos recopilados en el Biobanco del Reino Unido, que ha seguido a más de 300.000 personas durante una década, y tenía como objetivo ver si la actividad física atenúa el riesgo de mortalidad independientemente de niveles de masa grasa corporal.
El investigador de la Facultad de Ciencias del Deporte Miguel Adriano Sánchez Lastra es uno de los autores de un estudio que, analizando los datos recogidos de los niveles de actividad física y el índice de masa corporal (IMC) de 300.000 personas de mediana edad en Inglaterra, Gales y Escocia, concluye que la actividad física regular puede compensar las consecuencias negativas de la obesidad sobre la mortalidad prematura.
