Herminia Domínguez González es catedrática de Ingeniería Química de la Universidade de Vigo (UVigo) en el Campus de Ourense, y fue recientemente nombrada académica numeraria de la Sección de Ciencias Técnicas de la Real Academia Galega de Ciencias (RAGC). Completó su formación en el Consejo de Investigación de Saskatchewan y en la Universidad de Lund. Actualmente es coordinadora del grupo de Biomasa e Desenvolvemento Sostible (EQ-2) del Centro de Investigacións Biomédicas (Cinbio) de la UVigo. Centra su actividad investigadora en el diseño de procesos basados en estrategias de intensificación, en especial con fluídos subcríticos.
El pasado 16 de marzo tomó usted posesión como académica numeraria de la Real Academia Galega de Ciencias, ¿cómo se siente?
Pues ahora mismo me siento todavía un poco sorprendida, y también muy agradecida a los académicos que me han propuesto y apoyado para incorporarme.
¿Se esperaba este nombramiento?
No, no me lo esperaba, es algo que estaba fuera de mis expectativas completamente, no me lo esperaba para nada.
¿Cómo puede cambiar su día a día con su nueva posición?
Pues no lo sé todavía, las tareas fundamentales van a seguir siendo en la universidad, investigación y docencia, y la parte nueva creo que será en el ámbito de difusión de la ciencia, donde intentaré participar, organizar o promover esas acciones para divulgar la ciencia en esos entornos donde a lo mejor habitualmente no vamos los científicos, pero todo depende de las tareas que me asignen o las indicaciones que me sugieran.
¿Se siente más cómoda con la tarea de investigación o con la de divulgación?
Me siento más cómoda con la investigación, aunque tiene su parte de divulgación, pero digamos que con otro enfoque. De la parte de divulgación siempre hacemos algo, y en el grupo (EQ-2) hay personas que participan muy activamente en distintas actividades que organiza la facultad o que organiza nuestro centro Cinbio, y sí que es una tarea que hacemos y que en muchos casos nos resulta muy agradable de hacer, porque vemos un resultado, sobre todo en la gente joven, porque les proporcionamos algo o vemos que la información les resulta de interés y puede ser una actividad satisfactoria.
Usted centra su actividad en el estudio de la biomasa, ¿cuáles son las principales líneas de investigación?
Nosotros llevamos trabajando en la biomasa desde que se creó el grupo, vamos avanzando a veces en incorporar nuevos materiales, en incorporar nuevas tecnologías, y otras veces en buscar nuevos productos. Cualquiera de los frentes es de interés para avanzar.
¿Siente que su campo de estudio es menos conocido que otros?
Conocido puede que no sea porque existe una alternativa tradicional de obtener energía, de obtener productos químicos muy establecida. Durante el siglo pasado se establecieron procesos de biorefinería y están funcionando en condiciones óptimas, sin embargo en el caso de la biomasa se están todavía desarrollando, tiene unas características más complejas, no solo en la composición sino en los procesos que hacen falta y en los productos que se pueden obtener, queda todavía mucho margen de trabajo científico y técnico para que llegue a ser comercial y llegue a estar establecido, aunque hay algunos casos ya en funcionamiento.
¿Qué materiales se pueden emplear para obtener energía?
El objetivo no es únicamente crear energía. La energía es uno de los productos, uno importante, pero podría haber otros con más potencial que se podrían obtener antes. El uso energético se puede destinar a las etapas finales, aunque no es fácil de decir, porque para cada materia de partida puede haber varios procesos posibles y puede haber diversos productos posibles. El que resulte mejor no depende únicamente de un criterio. La energía es uno de los productos, pero hay otros productos químicos, alimentarios, materiales y otros muchos posibles.
¿Lo ve como un campo atractivo para los jóvenes investigadores?
Yo creo que sí que resulta atractivo, de hecho hay muchos grupos trabajando en áreas similares, por ejemplo en valorización de biomasa. Existen además diferentes enfoques posibles, el enfoque de buscar aplicaciones diferentes o el enfoque de buscar tecnologías diferentes, entonces sí que resulta atractivo porque es una necesidad que nos va a permitir evoluciones hacia una sociedad o unas industrias más sostenibles.
Gran parte de las nuevas investigaciones se enfocan en prevenir los efectos del cambio climático, ¿estamos a tiempo?
No sé si es posible revertirlo o no, pero en el peor de los casos habría que aprender a convivir con ello, e intentar evitar errores en el futuro y buscar alternativas cuanto antes.
¿Está la sociedad concienciada en este sentido?
La sociedad está muy concienciada sobre la necesidad de avanzar hacia procesos más sostenibles, el interés en productos de origen natural, si pueden serlo. También en la necesidad de que la industria vaya hacia procesos más limpios.
En ese sentido parece inevitable mudar la matriz energética para darle más peso a las renovables, ¿será muy traumática esa transición?
Yo solo puedo hablar de mi campo, pero hay otros muchos y desconozco todos esos aspectos en cada uno de ellos. Yo comento los resultados de los estudios que hacemos en algunas áreas, en la búsqueda de materias primas renovables, el aprovechamiento de algunas fuentes infrautilizadas, en la necesidad de reemplazar algunos disolventes o algunos productos químicos más tóxicos.
¿Tienen los investigadores las condiciones laborales que necesitan?
Convendría incidir en varios aspectos que se podrían mejorar, alguno de ellos está en relación con cierta estabilidad en las personas que realizan el trabajo, sobre todo en los investigadores más jóvenes, para que vean que pueden realizar el trabajo con una estabilidad en el tiempo que les permita decidir que esta sea su forma de vida. En cuanto a infraestructuras, en los últimos años se ha avanzado mucho, y sobre los fondos para el mantenimiento y la operación, siempre vendría bien tener garantía de que tienen continuidad.
