Redeiras “devuelve” la UVigo al centro de la ciudad olívica

Interior del edificio, que conserva la estructura de las antiguas casas de pescadores.
photo_camera Interior del edificio, que conserva la estructura de las antiguas casas de pescadores. (FOTO: VICENTE ALONSO)
La institución inauguró un edificio rehabilitado, finalista de la Bienal Española de Urbanismo

Tres casas de pescadores rehabilitadas en los números 11, 13 y 15 de la plaza de O Berbés conforman hoy el edificio Redeiras, nueva sede institucional de la Universidad de Vigo, que vuelve a la ciudad tras abandonar el antiguo rectorado de la calle Oporto en el año 2006. Redeiras se inauguró ayer en un acto al que acudieron, entre otras personalidades, el rector de la UVigo Manuel Reigosa, el alcalde de Vigo, Abel Caballero y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Son tres lustros los que han pasado para que la universidad regrese al corazón de la ciudad olívica.

Un guiño al legado

Redeiras recibe su nombre para homenajear a estas trabajadoras, cuyo labor se desarrolló en O Berbés durante generaciones y fue vital para el desarrollo, tanto de la zona como de la propia ciudad de Vigo. El desembolso total por la adquisición y rehabilitación de las tres casas asciende a los 3 millones de euros, y actualmente el edificio está cedido durante 40 años a la institución educativa por el Consorcio del Casco Vello. 

Reigosa indicó durante el acto de inauguración que la UVigo “apuesta por ser un ingrediente de la sociedad civil. Pensamos que podemos aportar mucho”. El rector celebró que la institución volviese a “hacerse visible” en la ciudad tras haber perdido la presencia hace quince años.  Señaló que este edificio permite cumplir a la Universidad con uno de los objetivos del Plan Estratégico recientemente aprobado, el de acercarse “ás cidades nas que están os tres campus e ter servizos e titulacións”. Reigosa calificó de “agarimoso” el edificio Redeiras.

“Error histórico”

Por su parte, Abel Caballero celebró poder corregir el “error histórico” de haber dejado salir del centro de Vigo a la institución académica. Recordó a Luis Espada, primer rector de la Universidad, “que tanto luchó por ella”, remarcando el carácter histórico de la inauguración. Llamó a “reforzar la interacción entre ciudad y universidad” y recordó al rector que “seguiremos caminando juntos” para acompañar a la UVigo “en su vocación de crecer”.

El presidente de la Xunta subrayó que el edificio Redeiras supone una mejora de la situación arquitectónica del Casco Vello y de la relación de los universitarios con la ciudad. “Se trata de una construcción singular en un emplazamiento emblemático”, destacó.  Feijóo  elogió la ambición arquitectónica de la rehabilitación que se llevó a cabo en las tres antiguas casas de marineros, que supone una apuesta por la sostenibilidad, pues el inmueble cuenta con una reducción de emisiones de CO2.

Distribución de espacios

Los 1.500 metros cuadrados de Redeiras serán un lugar en el que alumnos y futuros alumnos podrán informarse sobre la oferta de la UVigo. Algunos cursos y actividades de la Escuela Aberta de Formación Permanente y del Programa Universitario de Maiores tendrán lugar en su interior y además, cuenta con una sala multiusos que estará abierta al público en la que actualmente está la exposición “Eu son UVigo!”.

 

Arquitectura moderna que conserva la “historia”

La rehabilitación del edificio Redeiras es una de las 70 obras finalistas de la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo. Así lo anunció el presidente de la Xunta durante el acto de inauguración. Los trabajos de restauración del inmueble comenzaron en diciembre de 2016 a cargo del estudio de arquitectura santiagués Abalo Alonso y se alargaron durante cuatro años y medio. El presupuesto de ejecución de los mismos fue de 1,6 millones de euros.

Antes de la intervención, explican los arquitectos que los tres inmuebles originales se encontraban en ruinas y apenas se conservaba parte de las fachadas delanteras. 

La decisión de los arquitectos fue “conservar la huella histórica” de modo que, aunque ahora se trate de un único edificio, se pueden apreciar las trazas de las antiguas construcciones que estaban en ruinas.

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