Los agentes de la Guardia Civil buscan desde hace horas a un hombre de unos 40 años, de 1,70 metros de altura y con poco pelo, como posible autor del asalto a Amadeo Blanco Rodríguez, el cura jubilado de 73 años que fue atracado el lunes cuando estaba en su piso de A Rúa.
La localización en una papelera de la navaja con la que el ladrón agredió al sacerdote, a la que se sumó el hallazgo de la cazadora de cuero que vestía, podrían conducir a su identificación.
En las últimas horas, la Policía Judicial de la Guardia Civil ruesa y los agentes de los cuarteles de la comarca recorrieron la villa mostrando una foto del sospechoso, quien pudo haber huido en tren.
Si se confirma la hipótesis de los investigadores, no sería la primera vez que el sospechoso comete un robo en la comarca, pues también se le atribuyen otros varios en pisos de O Barco y A Rúa. Sin embargo, en ninguno de ellos se encontraban sus propietarios en su interior, por lo que no recurrió a la violencia que utilizó con el sacerdote. En todo caso, el hombre que centra la atención de los agentes cuenta en su historial con más de 30 detenciones por robos, según aseguraron fuentes consultadas por este diario.
En todo momento, el asaltante actuó con la cara descubierta, lo que demostró que no tenía ningún temor a ser reconocido. Esta circunstancia lleva a los agentes a pensar que no reside en la zona. En esta dirección apunta el exquisito castellano que empleó durante la agresión del lunes, confirmado por una vecina del edificio. Su habla sin acento sitúa su lugar de origen en alguna provincia de la vecina comunidad autónoma de Castilla y León.
Mientras la investigación estrecha el cerco sobre el sospechoso, la víctima abandonó el Hospital Valdeorras, donde le fueron aplicados 33 puntos de sutura para curar los varios cortes y 'pinchazos' que le causó en la cabeza el asaltante , quien se marchó con apenas 1.000 euros. Amadeo Blanco Rodríguez, aunque es natural del pueblo petinés de Mones, reside habitualmente en Madrid. Cuando fue asaltado llevaba tres días en el piso que posee en la villa ruesa. Ayer, tras salir del centro hospitalario, se trasladó a la vivienda de una hermana, en A Rúa.
En las últimas horas, la Policía Judicial de la Guardia Civil ruesa y los agentes de los cuarteles de la comarca recorrieron la villa mostrando una foto del sospechoso, quien pudo haber huido en tren.
Si se confirma la hipótesis de los investigadores, no sería la primera vez que el sospechoso comete un robo en la comarca, pues también se le atribuyen otros varios en pisos de O Barco y A Rúa. Sin embargo, en ninguno de ellos se encontraban sus propietarios en su interior, por lo que no recurrió a la violencia que utilizó con el sacerdote. En todo caso, el hombre que centra la atención de los agentes cuenta en su historial con más de 30 detenciones por robos, según aseguraron fuentes consultadas por este diario.
En todo momento, el asaltante actuó con la cara descubierta, lo que demostró que no tenía ningún temor a ser reconocido. Esta circunstancia lleva a los agentes a pensar que no reside en la zona. En esta dirección apunta el exquisito castellano que empleó durante la agresión del lunes, confirmado por una vecina del edificio. Su habla sin acento sitúa su lugar de origen en alguna provincia de la vecina comunidad autónoma de Castilla y León.
Mientras la investigación estrecha el cerco sobre el sospechoso, la víctima abandonó el Hospital Valdeorras, donde le fueron aplicados 33 puntos de sutura para curar los varios cortes y 'pinchazos' que le causó en la cabeza el asaltante , quien se marchó con apenas 1.000 euros. Amadeo Blanco Rodríguez, aunque es natural del pueblo petinés de Mones, reside habitualmente en Madrid. Cuando fue asaltado llevaba tres días en el piso que posee en la villa ruesa. Ayer, tras salir del centro hospitalario, se trasladó a la vivienda de una hermana, en A Rúa.
