Los vecinos temen que la eléctrica quiera tirar las viviendas pero la empresa dice que sólo acordona las que están em la estado para evitar accidentes y el alcalde no tiene solicitud de derribos
Los habitantes del poblado de Endesa de Quereño, en Rubiá, han manifestado su preocupación ante la posibilidad de que sus casas puedan ser derribadas por la eléctrica. Varios trabajadores contratados por la empresa han comenzado estos días a colocar vallas de protección a la gran mayoría de las casas, muchas de ellas en estado de abandono o de ruina. Estos trabajos han suscitado la inquietud de los habitantes del pueblo de Quereño, y algunos aseguran, como explica Marta Torres, "que el comentario es que Endesa quiere derribar varias viviendas del poblado". Enfrente de la estación del tren, en el bar del pueblo, lugar de reunión por excelencia, la comidilla se extiende entre los vecinos que no comprenden por qué Endesa quiere derribar las casas sin haberles consultado.
La portavoz del PSOE en el municipio, Raquel Méndez, asegura que a pesar de que no ha visto "ningún expediente de derribo por escrito, los vecinos están ya retirando muebles porque les amenazan con tirar abajo las viviendas". Explica que las casas del poblado están en perfecto estado, "que puede haber cuatro o cinco en ruinas" y que su grupo, y particularmente ella, no está de acuerdo con que se derriben porque "lo que debería hacerse es arreglarlas para hacerlas de nuevo habitables y poder venderlas o alquilarlas".
No entiende Méndez la razón de deshacerse de unas viviendas "que están bien y que podrían servir para alojar a gente". Explica que el pueblo de Rubiá, por ejemplo, "no tiene dónde alojar a las familias cuyos menores ocuparían plazas en el colegio del pueblo" algo que "sería estupendo para poder llegar al mínimo de alumnos que nos permite la Xunta para que pueda seguir funcionando". Además de esto, para la portavoz del PSOE el derribo conllevaría un gasto mucho mayor puesto que "habría que deshacerse de la cantidad de escombro generado".
Méndez asegura haber hablado con los vecinos del pueblo que dicen estar "en peligro porque Endesa ya ha comenzado a colocar postes de cierre", afirmación ante la que les ha instado a "luchar y pelear por lo suyo ante quien haga falta, porque si les amenazan con echar las casas abajo son ellos los qeu tienen que pelear". Asegura que la culpta de todo esto es tanto del pedáneo del pueblo como del alcalde por "permitir que pasen estas cosas".
Por su parte, Elías Rodríguez, regidor de Rubiá, asegura no haber recibido ninguna solicitud en el concello para la acometida de ningún derribo y explica que de ser así, "por supuesto se tomarían las medidas oportunas para impedirlo".
Explica además que "en el poblado de Endesa hay casas en perfecto estado y con gente viviendo en ellas, por lo que no tendría ningún sentido querer derribarlas echando a los vecinos de sus casas". Asegura que las casas que se encuentran en estos momentos en ruinas son “muy pocas" y que, en su opinión, "lo que se debería hacer es arreglarlas en vez de pensar en tirarlas abajo". n
