Los casos de emergencia social en O Barco se dispararon, dejando a la ONG en números rojos
El pago de alquileres a familias amenazadas de deshaucio o de los recibos de luz y agua, cuando ya no hay margen de maniobra ante las Administraciones, se disparó en Cáritas Interparroquial de O Barco. En los cinco primeros meses del año la ONG diocesana resolvió 46 casos de emergencia social, o lo que es lo mismo, pagó 3.656 euros Su presidente, Julio Mourelo Fulgueral, tiene claro que la situación económica de la ciudadanía está lejos de ser buena. "La crisis sigue ahí. El paro sigue", comentó. Los datos del desempleo registrado en abril avalan su afirmación: 1.107 parados en el Concello barquense y 2.046 en la comarca de Valdeorras.
Ayer mismo, Cáritas ayudó a una familia a buscar un piso, pocos días antes de ser deshauciada del que ocupa actualmente. Está la posibilidad de solicitar alguna ayuda de las Administraciones, pero estas no tardan menos de dos meses en llegar y casi nunca hay tanto tiempo. Después, está la segunda parte: el pago del nuevo alquiler. En O Barco es difícil encontrar piso por menos de 200 euros mensuales. Algunos afectados, atenazados por los problemas económicos, acuden al Concello, pero muchos acaban en Cáritas, adonde son remitidos desde las oficinas municipales buscando una agilidad que la Administración no ofrece. "En el primer trimestre tuvimos bastante apuro. No paramos de recibir derivaciones", comentó la trabajadora social, Isabel Álvarez.
En Cáritas no solo pagan alquileres, también hay recibos de luz, agua, medicinas, material escolar e incluso cuotas de préstamos bancarios, ya cuando el aval es la vivienda y los firmantes están a punto de perderla.
Todos estos pagos inciden sobre la economía de una entidad que finalizó 2015 con 1.116 euros de números rojos y que espera como agua de mayo los 8.000 euros de la subvención del Concello de O Barco. Normalmente, esta ayuda era ingresada en enero, pero este año se está demorando en exceso, dificultando su labor benéfica. "No entra dinero. Yo pediría a la gente que se animase a asociarse", dijo el presidente, Julio Mourelo.
La precariedad de medios económicos lleva a una escasez de ciertos productos de un banco de alimentos donde comienzan a verse huecos de estantería vacíos. La leche y el cacao son las necesidades que más urge cubrir y que Isabel Álvarez desea tener resueltas cuanto antes.
Esta difícil situación salió a la luz durante el análisis de las cuentas de 2015, año en el que Cáritas barquense destinó a afrontar casos de emergencia social una suma importante: 7.613 euros, cantidad que permitió atender 249 casos.
Durante el último ejercicio se dieron de alta en las oficinas de la ONG 88 personas residentes y 79 transeúntes, acudiendo en busca de empleo 36 parados. A lo largo del año, ayudó a 535 personas, dentro de los servicios prestados a las familias y también a 189 ambulantes. A su vez, la suma de las ayudas ofrecidas a las familias (alimentos, emergencias, ropero y juguetes) alcanzó las 13.177, cifra a la que hay las 537 correspondientes a los viajeros cuando se trata de demostrar la gran labor que realiza.
