La doctora defendió reforzar los pensamientos positivos porque es la forma de desconfigurar los negativos.
La importancia de reforzar los pensamientos positivos fue reivindicada ayer por la doctora experta en Neurociencia Rosa Casadefont en O Barco. "Tenemos que aprender para que no nos puedan m anipular", afirmó ante un lleno salón de actos de la Casa Consistorial. Acudió para participar en la conferencia organizada por el Foro La Región y la asociación social, educativa y cultural Vagalume, que la incluyó en los XIII Encontros Familia-Escola.
En sus conclusiones, la ponente aconsejó observar los sueños y también la creación de ilusiones. "La felicidad no es un bienestar constante, también incluye el compromiso de crearla", afirmó. Además, recomendó regular las experiencias pues aquellas que son positivas aportan felicidad.
Durante su intervención, realizó un breve recorrido por el cerebro, su funcionamiento y las distintas partes que lo conforman. "Nuestra corteza tiene unas áreas que captan las emociones", explicó. "La emoción es la energía que mueve el mundo y nos diferencia del resto de especies", añadió.
Con un hemisferio derecho centrado en el campo imaginativo y un izquierdo racional, defendió al primero y abogó por mantener la "luz interior: imaginar, soñar...". Rosa Casafont esgrimió que en las personas están cambiando constantemente y que para conducir a buen puerto este cambio es fundamental el autoconocimiento. "Nos hace sentir reponsables", explicó.
En todo caso, defendió los efectos de la alegría y la sonrisa. "Se transmite más la alegría que la tristeza y esto hay que aprovecharlo",dijo. Además, también tienen consecuencias diferentes los pensamientos positivos de los negativos, según explicó.
MENTE
Sin parar de moverse de un lado a otro durante su exposición, que desarrolló de pie y con alguna broma que otra, Rosa Casadefont afirmó que el cultivo de la mente influye en el cuerpo. "La forma más fácil de modificar la mente es modificar el cuerpo. La mente influye en el cuerpo y este en la mente", afirmó. Habló de las endorfinas, los neurotransmisores de la felicidad. "Son 100 veces más potentes que la morfina, paran la inflamación y también son buenos para la transmisión del dolor", dijo la conferenciante y aseguró que todos llevamos un botiquín dentro. "Solo tenemos que saber usarlo", matizó. En su charla, también expuso los problemas que conlleva el estrés. Habló de la pérdida de memoria que ocasiona, al igual que cansancio, pérdida de energía, inflamación, ansiedad y depresión o enfermedades autoinmunitarias. Ante todas estas amenazas, no resultó extraño oír a la conferenciante que "nuestros niños no pueden estar estresados". Nada más finalizar la exposición, la doctora expuso un esquema de su último libro, "Viaje a tu cerebro", un volumen que ya va por su tercera edición.
