La conservación del casco viejo de O Barco preocupa a la Corporación Municipal. Esta inquietud pudo verse en la última reunión de la Comisión informativa de Obras, una cita que el PP aprovechó para solicitar la relación de las casas del casco viejo que puedan estar en mal estado e incluso la realización de informes de su interior. En particular, el grupo municipal que encabeza Moisés Blanco Paradelo se refirió a aquellas construcciones que 'supongan un empeoramiento de la imagen del barrio y posibles peligros para los vecinos'.
Los vecinos difícilmente olvidarán un incendio como el que, el mes de diciembre, destruyó dos viviendas de la calle San Roque. 'Sugerimos la posibilidad de realizar informes del estado en el interior de las casas, dado que pueden suponer peligros de accidentes o incendios, entre otros', afirmaron los concejales populares. Proponen enviar cartas informativas a los propietarios de las casas que se encuentren en peor estado para que tomen medidas.
El alcalde socialista, Alfredo García Rodríguez, no comparte los criterios de los populares y, especialmente, en lo que se refiere a los solicitados informes del interior de las casas. El regidor explicó que los técnicos afirman que 'la seguridad de las casas es responsabilidad de los dueños'.
El Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del casco viejo, redactado hace cuatro años, incluye un estudio pormenorizado del estado de las casas. En aquel momento 19 de ellas estaban en mal estado y, si bien alguna fue restaurada, en muchas otras el deterioro continúa.
La reclamación de la oposición popular se suma a la de la asociación vecinal Porto da Barca. Su presidenta, Pilar Pérez Bustillo, se dirigía al Concello solicitando medidas para poner fin a la situación de abandono en que se encuentra un buen número de casas. En este sentido, afirmaba que algunas de ellas acabaron convertidas en auténticos un almacenes de basura, suponiendo un serio riesgo de incendios e infecciones.
El alcalde socialista, Alfredo García Rodríguez, no comparte los criterios de los populares y, especialmente, en lo que se refiere a los solicitados informes del interior de las casas. El regidor explicó que los técnicos afirman que 'la seguridad de las casas es responsabilidad de los dueños'.
El Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del casco viejo, redactado hace cuatro años, incluye un estudio pormenorizado del estado de las casas. En aquel momento 19 de ellas estaban en mal estado y, si bien alguna fue restaurada, en muchas otras el deterioro continúa.
La reclamación de la oposición popular se suma a la de la asociación vecinal Porto da Barca. Su presidenta, Pilar Pérez Bustillo, se dirigía al Concello solicitando medidas para poner fin a la situación de abandono en que se encuentra un buen número de casas. En este sentido, afirmaba que algunas de ellas acabaron convertidas en auténticos un almacenes de basura, suponiendo un serio riesgo de incendios e infecciones.
