La Feira do Ano de Viloira (O Barco de Valdeorras), denominación que recibe por coincidir con el Día de Reyes, careció de la animación de los años anteriores a la pandemia. El aumento de los positivos de covid-19 en el concello, que ayer superó el medio millar de casos activos, sin duda fue determinante al restar afluencia al evento ferial.
Los vendedores resaltaron el fuerte descenso del número de visitantes, una circunstancia en la que coincidieron con los vecinos que se animaron a recorrer los puestos. “Es un 25 % de otros años”, comentó uno de ellos.
Las medidas preventivas establecidas para esta feria se limitaron a la exigencia del certificado covid o QR en los bares y establecimientos donde se comió el pulpo y a supervisar que todos los asistentes llevasen la mascarilla puesta.
Alexander Fernández recibió a los clientes de un local anotando teléfonos e identificaciones de los grupos, atendiendo a las indicaciones de la Policía Local barquense. Alberto González, vecino de Madrid, defendió la “concienciación” para superar una crisis que su familia sufrió al padecer el covid. “O pasamos todos”, dijo.
