El alcalde de A Rúa, Avelino García Ferradal, firmó ayer las bases de contratación de la obra de la futura perrera. El servicio nace con carácter comarcal, aunque inicialmente solo hay cuatro concellos inscritos: A Rúa, Petín, Larouco y Vilamartín. Pese a ello, el regidor confía en que los cinco restantes se vayan incorporando paulatinamente. 'Imagino que entrarán todos', comentó.
La construcción de la perrera tiene un presupuesto de 198.000 euros, cuya financiación fue repartida entre el programa Agader (150.000 euros) y la Diputación provincial (48.000 euros), según explicó Avelino García. También dijo que la construcción correrá por cuenta del Concello de A Rúa, aunque seguidamente quedará en manos del organismo provincial su gestión.
La perrera fue proyectada para ocupar un espacio de unos 6.000 metros cuadrados en un terreno de titularidad municipal, próximo al punto limpio, en una parcela que tiene una superficie de 12.000 metros cuadrados. El recinto del nuevo servicio tiene forma de L y en su interior se levantará una nave cubierta, que será dotada con todos los equipos propios de este tipo de instalaciones.?El Concello deberá tener justificada la inversión el próximo 30 de junio, por lo que para esa fecha deberá estar finalizada la obra. Al periodo de ejecución del proyecto hay que añadir los plazos de solicitud de los distintos permisos, lo que no debería impedir que el servicio pueda abrir sus puertas el próximo verano.
CARENCIA
La construcción de la perrera pondrá fin a una vieja demanda de la comarca, donde los concellos se ven incapaces de atender a los perros abandonados, evitando el peligro que suponen para los peatones y los daños que causan en las huertas. La necesidad de una perrera para Valdeorras viene siendo un tema común de los alcaldes desde hace años. Ya en 2001, Carballeda tenía que recurrir a una de Carballiño para que recogiese a un perro abandonado y enfermo.
En la actualidad, el único concello que tiene algo parecido a una perrera es O Barco. En el paraje de O Campiño fueron construidas las seis celdas a las que son llevados los animales que la empresa concesionaria del servicio, Limpival, recoge de las calles. En ese punto, permanecen varios días, hasta que los animales son llevados a una perrera particular de Xinzo.
El concejal de Medio Ambiente, Sanidade e Educación, Aurentino Alonso Araujo, explicó recientemente que el contrato firmado por el Concello con Limpival también incluye la desinsectación, desratización y tratamiento contra la Legionella, además de la recogida de los perros. Los planes municipales contemplan la separación de este último servicio para posteriormente utilizar la perrera comarcal.
La perrera fue proyectada para ocupar un espacio de unos 6.000 metros cuadrados en un terreno de titularidad municipal, próximo al punto limpio, en una parcela que tiene una superficie de 12.000 metros cuadrados. El recinto del nuevo servicio tiene forma de L y en su interior se levantará una nave cubierta, que será dotada con todos los equipos propios de este tipo de instalaciones.?El Concello deberá tener justificada la inversión el próximo 30 de junio, por lo que para esa fecha deberá estar finalizada la obra. Al periodo de ejecución del proyecto hay que añadir los plazos de solicitud de los distintos permisos, lo que no debería impedir que el servicio pueda abrir sus puertas el próximo verano.
CARENCIA
La construcción de la perrera pondrá fin a una vieja demanda de la comarca, donde los concellos se ven incapaces de atender a los perros abandonados, evitando el peligro que suponen para los peatones y los daños que causan en las huertas. La necesidad de una perrera para Valdeorras viene siendo un tema común de los alcaldes desde hace años. Ya en 2001, Carballeda tenía que recurrir a una de Carballiño para que recogiese a un perro abandonado y enfermo.
En la actualidad, el único concello que tiene algo parecido a una perrera es O Barco. En el paraje de O Campiño fueron construidas las seis celdas a las que son llevados los animales que la empresa concesionaria del servicio, Limpival, recoge de las calles. En ese punto, permanecen varios días, hasta que los animales son llevados a una perrera particular de Xinzo.
El concejal de Medio Ambiente, Sanidade e Educación, Aurentino Alonso Araujo, explicó recientemente que el contrato firmado por el Concello con Limpival también incluye la desinsectación, desratización y tratamiento contra la Legionella, además de la recogida de los perros. Los planes municipales contemplan la separación de este último servicio para posteriormente utilizar la perrera comarcal.
