El conductor de un “dumper” -un volquete de grandes dimensiones empleado en el transporte de pizarra- falleció en la madrugada del jueves, al precipitarse el camión desde una altura de aproximadamente 500 metros, según indicaron fuentes de los equipos de Emerxencias.
El trágico suceso ocurrió a escasos kilómetros de la localidad de Casaio (Carballeda). El vehículo que guiaba J. L. A., vecino de O Barco de Valdeorras de 55 años, se precipitó desde una pista de tierra, cayendo por una escombrera de pizarra. El ruído fue escuchado por un compañero, quien dio la voz de alarma.
Eran las 00,30 horas cuando el 112 ponía en movimiento todos sus medios en Valdeorras. Desde A Rúa salieron los bomberos del Consorcio Contra Incendios e de Salvamento de Ourense y, desde O Barco, abandonaron sus bases los bomberos del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de O Barco, sanitarios de la ambulancia del 061 y agentes de la Guardia Civil.
Al principio los avisos eran confusos, y los equipos se echaron a la carretera sin saber exactamente dónde había sido el accidente. Rápidamente, las dudas fueron despejadas y montaron la base del operativo en la pista donde ocurrió el accidente. A esas horas, la luna llena no alcanzaba a iluminar el lugar de donde cayó el dumper y, desde la zona superior, apenas se veían unos puntos de luz de quienes realizaban la búsqueda.
Las dificultades y el peligro de caída de piedras de la escombrera no impidieron la localización de algunas piezas del camión, pero los equipos aún tardaron en poder ver el montón de hierros en que quedó convertido. A su vez, el cuerpo del chófer fue encontrado a las 7,00 horas, con las primeras luces. Lo encontraron a mitad de la escombrera, una zona donde moverse presentaba mucho riesgo, lo que demoró su recuperación.
Se pensó en recogerlo desde el aire, con helicóptero, pero esta opción fue descartada ante el posible efecto en la escollera del aire que remueven las aspas. Pasadas las 9,00 horas fue movilizado el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil de Trives.
Los agentes no lo tuvieron fácil. Accedieron al lugar donde estaba el cuerpo desde un lado de la escombrera, pero para trasladarlo hasta el vehículo fúnebre del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) tuvieron que llevarlo hasta la parte inferior.
Eran las 11,40 horas cuando el coche fúnebre recogía el cadáver para llevarlo al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) para que allí le practicasen la autopsia
