Un grupo de 263 vecinos de A Barxa rechazan el trazado que defiende el Concello de O Barco. El colectivo vecinal alega que el uso de explosivos en el túnel de O Sierro afectará a los acuíferos y que el trazado de Fomento vale 7,5 millones de euros menos.
Un nuevo colectivo vecinal se sumó al debate generado en torno al trazado del futuro enlace de la carretera N-536 -que comunica O Barco y Sobradelo- con la N-120. Lo forman los 263 propietarios de terrenos en la zona de A Barxa, quienes defienden el trazado propuesto por el Ministerio de Fomento, que apuesta por un recorrido más próximo al núcleo urbano de O Barco (el B-2). Así lo hicieron constar en el escrito remitido al Ministerio con sus firmas.
Su planteamiento es muy distinto al del Concello barquense y al de los de los dos centenares de propietarios de fincas en O Sierro que defienden la tesis municipal. Éstos proponen un trazado alternativo (el B-4), más alejado de la villa barquense y que prevé la construcción de un túnel de 450 metros de longitud.
Los inconvenientes que entraña la construcción de este tramo subterráneo son uno de los argumentos recogidos en las alegaciones presentadas por los afectados de A Barxa. Afirman que la obra obligará a utilizar explosivos, los cuales afectarán a pozos y manantiales, según comunicó un ingeniero a un representante de este colectivo.
Los daños que, según apuntan los defensores del trazado elegido por Fomento, ocasionarán las explosiones en los acuíferos de la zona no sólo acabarán con manantiales como el de A Barxa. También afectarán a los manantiales y pozos construidos en O Serro.
Pero los vecinos de A Barxa también utilizan argumentos económicos en su defensa de la opción preferida por el Ministerio de Fomento. Recuerdan que la construcción de este vial entraña una inversión próxima a los 22,5 millones de euros. Unos 7,5 millones menos que la alternativa que defiende el equipo de gobierno barquense, que fue presupuestada en torno a los 30 millones de euros. Además, este sector de afectados por la obra de la polémica carretera, indica que los gastos de mantenimiento de un túnel son muy superiores a los de un viaducto.
Finalmente, los afectados de A Barxa insisten en la mayor rentabilidad del trazado que defienden. Su proximidad a la villa barquense aumentará considerablemente el número de vehículos que lo utilicen, según refleja el estudio de Fomento, que prevé el paso de 2.594 coches y camiones entre O Barco y Sobradelo.
Su planteamiento es muy distinto al del Concello barquense y al de los de los dos centenares de propietarios de fincas en O Sierro que defienden la tesis municipal. Éstos proponen un trazado alternativo (el B-4), más alejado de la villa barquense y que prevé la construcción de un túnel de 450 metros de longitud.
Los inconvenientes que entraña la construcción de este tramo subterráneo son uno de los argumentos recogidos en las alegaciones presentadas por los afectados de A Barxa. Afirman que la obra obligará a utilizar explosivos, los cuales afectarán a pozos y manantiales, según comunicó un ingeniero a un representante de este colectivo.
Los daños que, según apuntan los defensores del trazado elegido por Fomento, ocasionarán las explosiones en los acuíferos de la zona no sólo acabarán con manantiales como el de A Barxa. También afectarán a los manantiales y pozos construidos en O Serro.
Pero los vecinos de A Barxa también utilizan argumentos económicos en su defensa de la opción preferida por el Ministerio de Fomento. Recuerdan que la construcción de este vial entraña una inversión próxima a los 22,5 millones de euros. Unos 7,5 millones menos que la alternativa que defiende el equipo de gobierno barquense, que fue presupuestada en torno a los 30 millones de euros. Además, este sector de afectados por la obra de la polémica carretera, indica que los gastos de mantenimiento de un túnel son muy superiores a los de un viaducto.
Finalmente, los afectados de A Barxa insisten en la mayor rentabilidad del trazado que defienden. Su proximidad a la villa barquense aumentará considerablemente el número de vehículos que lo utilicen, según refleja el estudio de Fomento, que prevé el paso de 2.594 coches y camiones entre O Barco y Sobradelo.
