La vicepresidenta de la Asociación de Criadores de Ganado Porcino Celta y concejala del PSdeG-PSOE en Rubiá, Raquel Méndez Ramos, no dudó ayer en partir una lanza en favor del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en sus críticas contra las macrogranjas. “Ten razón. Eu apoio ao ministro Garzón”, dijo, indicando seguidamente: “Penso que o meu partido mete a pata ao non apoialo”.
Responsable de una explotación de aproximadamente 20 cerdos de raza porco celta, pero que llegó a tener 52, Raquel Méndez explicó que los animales viven en un terreno de 25.000 metros cuadrados, donde crecen los castaños y “xardóns”. Indicó que “están fóra todo o día. Durmen fóra, debaixo duns piñeiros”.
Sus palabras son muy diferentes cuando se refiere a las macrogranjas, unas explotaciones donde los animales “teñen que estar estresados. Dúas persoas atenden a miles de cabezas e os animais sufren moito”.
La concejala socialista de Rubiá explicó que la Administración le exige llevar un control de bienestar animal, que se traduce en la asistencia a un curso donde reciben información de cómo debe estar el ganado o que este tiene que ser saneado, entre otros aspectos.
Reclamó un mayor apoyo para las familias que viven en el rural. “Hai que apoiar á xente que vive de esto”, planteó.
