La multinacional valdeorresa Cupa Group prevé incorporar a su plantilla más de 200 trabajadores en el último cuatrimestre del año. Lo anunciaron fuentes de la empresa, que aludieron al proceso de expansión que atraviesa, como refleja las recientes incorporaciones de Pizarras Gallegas, Proinor, la inglesa Rinus Roofing Supplies y Pizarras Lomba, y también a su propósito de dar prioridad a las comarcas de Valdeorras y el Bierzo en el momento de realizar estas contrataciones. En la actualidad, el grupo empresarial con sede en A Medua (Carballeda de Valdeorras) cuenta con aproximadamente 2.500 empleados, 68 empresas y exporta a más de 70 países.
El grupo empresarial no se libra de los problemas que tienen las empresas de producción de pizarra a la hora de encontrar trabajadores, una carencia de oferta de mano de obra que comparten otros sectores, como la construcción o incluso el vitivinícola.
Encontrar trabajadores en Valdeorras es complicado y su demanda es prácticamente generalizada para completar las plantillas de las naves de elaboración de pizarra. En ellas no sobran los operarios que trabajan en la producción, pero tampoco en el mantenimiento, pues cada vez es mayor el número de máquinas que utiliza esta industria. “La gente de Formación Profesional está muy demandada”, apuntaron en la empresa.
En todo caso, Cupa Group mantiene su apuesta por generar empleo y fijar población en las comarcas de Valdeorras y el Bierzo. “Nosotros apostamos por las zonas en las que estamos y la creación de empleo en Valdeorras y el Bierzo”, apuntaron en Cupa Group.
Este compromiso de fijar población en estas comarcas llevó recientemente a sus directivos a ofrecer empleo a trabajadores que se encuentran en una situación difícil, como los de la fábrica berciana de palas eólicas LM Wind Power.
La multinacional valdeorresa también acusa las dificultades del sector para encontrar trabajadores
Su ofrecimiento coincide con un momento en el que la exportación del sector se recuperó de la crisis del covid-19, como refleja un aumento del 38,7 % en los seis primeros meses del año respecto al poco representativo ejercicio de 2020, cuando el confinamiento prácticamente paralizó la actividad del sector durante mes y medio. Este incremento llegó acompañado con una muy necesaria subida de los precios del sector, que en este mismo periodo aumentó la tarifa media un 11,2 % respecto al primer semestre del año pasado.
La nota negativa está en el aumento de los costes del sector, derivado principalmente de las subidas de las facturas de la energía, los carburantes, los fletes del transporte e incluso los palés utilizados en el embalaje. A todos ellos hay que añadir el aumento de los gastos de las empresas en medidas de seguridad, como los sistemas de eliminación de polvo.
